Sin City es uno de esos cómics únicos que sólo pueden gustar o ser odiados. Partiendo de una curiosa estética y unas historias repletas de gángsters, prostitutas, asesinos, y toda la escoria humana que podamos imaginar, la serie de cómics Sin City se despliega como un maravilloso homenaje al cine negro, llevando al extremo todos los clichés de este tipo de historias, ya sea en lo referente a situaciones, diálogos o personajes estereotipados.
Su autor, Frank Miller (300, Batman: el regreso del caballero oscuro), es tan genial como decepcionante, ya que tiene una habilidad única para realizar trabajos que marquen un antes y un después y, al mismo tiempo, pueda hacer bodrios absolutamente infumables.
Pero la serie que estamos tratando es, bajo mi punto de vista, lo mejor que ha hecho este hombre y uno de los más grandes cómics de la historia, aunque tenga altibajos. Personalmente, Sin City se amolda perfectamente a las cosas que me gustan; violencia, tiros, personajes chulescos y gabardinas. Parece un cómic hecho para mí, aunque esto ya es subjetivo.
Sin City se divide en siete tomos, los siguientes:
-El duro adiós
-Moriría por ella
-La gran masacre
-Ese bastardo amarillo
-Valores familiares
-Alcohol, chicas y balas
-Ida y vuelta al infierno
Los tomos se puede leer independientemente, aunque en todos hay alguna referencia a los anteriores, incluso, algunas historias transcurren al mismo tiempo que otras, y esto podemos verlo si prestamos atención a las viñetas, dónde en alguna ocasión observamos que, en segundo plano, están ocurriendo escenas que ya vimos en anteriores tomos. No es de extrañar que las vidas de diferentes personajes se crucen, puesto que toda la acción transcurre en la misma ciudad, y a veces, en la misma noche.
Las historias que cuenta Miller en esta serie están todas cortadas por el mismo patrón; honor, violencia, amor, corrupción, y similares.
Dentro del tono más o menos realista del cómic, el autor crea una especie de mundo alternativo, haciendo muy difícil identificar en qué época tiene lugar la acción, ya que se nos mezcla estética moderna con elementos propios de los años 40 y 50, tales como las vestimentas o los coches.
El característico dibujo puede resultar algo extraño ya que, básicamente, son todo sombras, aunque hay algunas pinceladas de color que contrastan con el blanco y negro predominante, incluso tenemos un curioso capítulo a todo color en el tomo Ida y vuelta al infierno.
Otro punto a destacar es el cuidado y mimo con el que Miller crea los personajes que pululan por esta pecaminosa ciudad, teniendo todos ellos una personalidad y razones para ser como son que les otorga una profundidad y alma que los engrandece y hace que te encariñes con unos y odies a otros.
Destacan algunos personajes como Marv, el enorme matón enamorado en busca de venganza; Hartigan, uno de los poquísimos policías honrados de la ciudad, haciendo frente a los problemas que esto conlleva; Dwight, un ex-fotógrafo reconvertido en matón de poca monta, mujeriego y con mala suerte.
En 2005, Robert Rodriguez y el propio Frank Miller realizaron una estupenda y fiel adaptación al cine con un reparto de lujo encabezado por Bruce Willis, Mickey Rourke, Benicio del Toro, Clive Owen y Jessica Alba, entre otros muchos.
La película adapta el cómic viñeta a viñeta, respetando la estética casi en todos los aspectos, aunque hay algunas licencias que no vienen a cuento. Aún así no deja de ser una de las mejores adaptaciones de un cómic al cine de todos los tiempos.
Cabe destacar la extraordinaria edición en dvd que se lanzó en España en 2009 bajo el nombre Sin City: montaje XXL, donde además de un gran número de extras, encontramos dos versiones de la película; la estrenada en cines, y la versión extendida con más de veinte minutos adicionales.
Recuerdo comprar Sin City cuando sólo era un tomo llamado Sin City y no existía ni serie ni nada. Creo que fue por el 93 o 94, y entonces era como esa banda que sólo conoces tú y es tuya, hasta que al cabo de unos años todo el mundo la descubre. Añadirle a eso, algo que me pasó: después de una década leyendo Sin City se me acercaban los típicos gafapastas presentándome la serie como si acabaran de hacer el gran descubrimiento al estrenarse la serie. Cada vez que alguien me decía: ¿Sabes la nueva película de Robert Rodriguez? Pues está basada en un cómic... y procedían a explicarme Sin City como si supieran de que estaban hablando y fueran taaan cool y molones.
ResponderEliminarEn fin, mejor no amargarse por ello.
El caso es que Sin City marca un antes y un después en la carrera de Frank Miller porque, para mi, es a partir de ese punto que sus historias se van simplificando y simplificando, recurriendo cada vez más a arquetipos y clichés. Por ello, cuando supe que Miller iba a dirigir la adaptación de The Spirit al cine supe que sería un fracaso.
Un fracaso porque mientras Will Eisner era un maestro que fue revolucionando el lenguaje de los cómics y cuya trayectoria fue justo la opuesta de Miller: las obras de Eisner fueron ganando en complejidad y profundidad. Además de que Miller no había dirigido nada antes, Rodriguez le dio el crédito de director a Miller porque había seguido los paneles que aparecieron en los cómics originales. Para una película de The Spirit era necesario alguien que dominase el lenguaje cinematográfico como Eisner dominaba el de los cómics.
La película me gustó bastante, aunque me alegró que ese estilo de filmar Rodriguez lo aplicara sólo a Sin City y que para el resto de sus películas volviera a los decorados reales.
Yo la peli la quiero revisar, en su dia me pareció simplemente entretenida.
ResponderEliminarRaül, yo descubrí este cómic cuando se anució la adaptación al cine, y el primer tomo que conseguí fue uno llamado Sin City a secas, con la historia de Marv. Gracias a este tomo, y en general, a toda la serie, me aficioné al mundo del cómic. Antes de esto sólo leia algunas cositas de marvel y ya está.
ResponderEliminarLo cierto es que no sé qué coño se le pasó a Miller por la cabeza cuando dirigió The Spirit, porque vaya tela. Es una especie de Sin City + Looney Tones, algo muy patético que no tiene sentido. ¿A qué viene la estética Sin City?
Lo que espero es que Miller no haga mas historias de Sin City, porque me da en la nariz que la cagaría tal y como le pasó con la insufrible secuela de El regreso del caballero oscuro.
De lo que no nos salva nadie es de la continuación de 300. A ver qué le sale...
Cabrero, si vas a revisarla intenta mirarte la versión extendida, aunque si la película no es santo de tu devoción, seguirá pareciéndote lo mismo por muchas escenas extra que tenga.
Lo que me molestaba era la actitud de la gente que me venía a descubrir el tebeo cuando ya hacía años que lo leía como si acabaran de inventar la rueda. Por supuesto, lo positivo de la película es que mucha gente que no lo conocía lo descubrió, a mi me ha pasado con otros cómics como el una historia de violencia.
ResponderEliminarEl hecho de que Miller usara su estética Sin City para The Spirit fue una de las cosas que más me molestó, ya que precisamente The Spirit es muy rico en colores y Eisner juega mucho con la luz. Para más inri, Miller declaró poco antes de que se estrenase la película que The Spirit era uno de sus favoritos y no quería ver como un director de cine cualquiera lo destrozaba. Se ve que prefería hacerlo él.
Yo vi la película de Sin City, me gustó, entré en el cómic pero lo dejé, pero no porque no me gustara sino por otras prioridades comiceras y porque no me enganchó, pero no voy a negar que ambos productos son de gran calidad.
ResponderEliminarRespecto a "The Spirit", posiblemente es la película más desaprovechada de la década, tanto ruido para nada de nada de la nada. Una tomadura de pelo impresionante, quizás una versión del más allá con la versión del director podría arreglar algo, pero no lo creo..
Alexandre, creo que con The Spirit no hay solución posible. Una versión del director sólo conseguiria alargar semejante bodrio.
ResponderEliminarLo único que podría servir de algo es un reboot, pero en manos de alguien competente, claro.