Es extraño que a estas alturas del blog aún no haya hablado de alguna película del director italiano Lucio Fulci, uno de mis realizadores favoritos, que cuenta en su filmografía con varias películas que figuran entre mis favoritas en general.
La historia; un sanguinario psicópata aterroriza la ciudad de Nueva York, masacrando mujeres y poniéndose en contacto con la policía simulando una infantil voz de pato.
Con este argumento, Lucio Fulci elabora un salvaje giallo al más puro estilo Argento, pero bastante más cafre, tosco y gore.
Maniac, de William Lustig, fue uno de los mayores referentes para Lucio Fulci a la hora de realizar El destripador de Nueva York, y podemos encontrar varios puntos en común entre un título y otro; ambos son tremendamente misóginos, siendo las mujeres las víctimas principales. Las dos películas tienen argumentos muy parecidos, llenos de violencia. Y, por supuesto, ambas películas están protagonizadas por un terrorífico asesino en serie.
Que no sé decir con exactitud si lo que hizo Fulci fue homenaje o pura explotación, porque por mucho que me guste este director, debo admitir que a veces es un poco cutre. Sea como sea, esta es una de mis películas favoritas, y una de las más redondas de su filmografía.
Hay quienes piensan que esta película es una especie de versión neoyorquina de la historia de Jack el destripador, pero nada más lejos de la realidad, la historia no tiene nada que ver. Lo único en común es el hecho de haber un psicópata de por medio.
Fulci llena la película con elementos muy propios de su cine; mutilación ocular (y genital), zooms bruscos y planos rebuscados made in Darío Argento, como ese plano desde el interior de la garganta de una mujer que acaba de ser degollada. Y ya que estamos hablando de los detalles escabrosos, aprovecho para mencionar los muy buenos efectos especiales de los que consta El destripador de Nueva York.
En esta entrada he mencionado en varias veces a Argento, pero es que es imposible hablar de directores como Lucio Fulci o Brian de Palma sin hacer referencia a este realizador. Del mismo modo que tampoco podemos hablar de Darío Argento sin recordar a Mario Bava o Alfred Hitchcook.
No sé si fuiste tú el que comentó en mi post de El destripador de Nueva York (o en el de Maniac), si me repito disculpa.
ResponderEliminarLa cuestión es que tanto Maniac como El destripador de Nueva York (que a pesar de que las pones juntas, Fulci no la había visto) son acusadas de ser misóginas pero ambas son más inteligentes que eso. Lo serían si el objetivo fuera que el espectador obtuviera placer a través del sufrimiento de las mujeres o éstas estuvieran representadas de forma degradante (a la Bay) pero ninguna de las dos lo hace. Sí es misógina, por ejemplo, Sardú (aka The Incredible Torture Show aka Bloodsucking Freaks) de Joel M. Reed.
Maniac es un antecedente de Henry, retrato de un asesino en serie de John McNaughton en el sentido que retrata la personalidad, psicología y día a día de un psicópata, inspirado en el Hijo de Sam. Lustig, a través del guion de Joe Spinell, deja de lado la creación de una historia de suspense (ya que se cuenta desde el punto de vista del asesino) para retratar el pozo de locura en el que vive su protagonista. En ningún momento se intenta que el asesino protagonista resulte simpático o se glamouriza como hacen con el doctor Lecter, se retrata de manera bastante cercana a lo que puede ser un asesino en serie en la vida real. La película crea incomodidad, angustia y desasosiego por lo realista que es. El hecho de que las mujeres sean víctimas responde a que las víctimas del Hijo de Sam fueron mujeres, no a que la película busque explotar la violencia contra las mujeres.
El destripador de Nueva York es un caso diferente. Esta película, comenta Fulci en la edición de Blue Underground, es más inteligente de lo que la gente considera en un primer momento. Y tras diversos visionados me parece intuir por donde tiraba Fulci con esta película. Se ha de entender en primer lugar que Fulci llevaba ya un par de años haciendo sangrientas películas de terror, género que a él no le entusiasmaba en exceso pero que debido al éxito económico de sus películas gore era lo único que le permitían hacer. De ahí que la violencia en los asesinatos se lleve a un punto explícito casi pornográfico que acaba resultando desagradable por como la cámara se detiene en los momentos más dolorosos: era la manera en que Fulci expresaba su frustración por seguir teniendo que filmar escenas sangrientas. Una manera de decir "¿no quieres caldo? pues toma dos tazas": hacer que el espectador que buscaba la diversión a través de la mutilación se sintiera incómodo. Por otro lado, si uno se fija a lo largo de toda la película se hacen comentarios (por lo menos en la VO) sobre la violencia contra las mujeres que tiene lugar en la sociedad. Son comentarios constantes que se van repitiendo de forma sutil durante todo el metraje como si se comentara no sólo el destino de las víctimas sino lo que le sucede a las mujeres en la llamada vida real. En ése y otros aspectos, el cuidadoso estudio de este film puede descubrirnos más significados y lecturas que los que parece ofrecer a simple vista y a los que hizo referencia Fulci al cabo del tiempo.
Raül, creo que si películas como Maniac o El destripador de Nueva York son consideradas misóginas, es porque la totalidad de la violencia impresa en pantalla recae sobre mujeres.
ResponderEliminarSi, es cierto que ninguna de las dos películas trata de hacer que el asesino caiga bien, ni que el espectador simpatice con el tipejo en cuestión y acabe apoyándolo para que siga matando féminas, como si de un deporte se tratara. De modo que considero que ambas películas están protagonizadas por un villano muy misógino, pero no enfocadas hacia un público de tales características.
El problema es que mucha gente confunde que el asesino de cada una de estas películas sea misógino con que las películas lo sean. Algo que se ha usado ha menudo como excusa para atacar el género.
ResponderEliminarGran peli, mucho gore y ambiente sórdido. Aunque debería revisarla!
ResponderEliminarCabrero, hazte una maratón con esta película y Maniac. Fijo que al día siguente apareces en las noticias acusado de algo muy jodido jaja
ResponderEliminarOh my god!!! Qué rico el fotograma del ojo!!! No tenía ni idea de su existencia, así que me la apunto. De todas formas, con lo que me gusta a mí el terror, el cine italiano de este género lo tengo bastante olvidado.
ResponderEliminarSi te ha gustado lo del ojo, la escena de la botella rota en cierta zona femenina te abrirá aún más el apetito.
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