¿Podemos decir que una película (o cómic, o canción, o libro, o lo que sea) es buena por el simple hecho de gustarnos mucho? Rotundamente no, bajo mi punto de vista. He comentado esto mismo con amigos en varias ocasiones, y aunque muchos me digan “una película es buena si me gusta”, yo seguiré pensando que esto no puede ser así. Puede que te guste y sea buena... y puede que no.
Vamos por partes. Hace un par de noches fui al cine a ver Transformers 3, y salí absolutamente satisfecho. En ningún momento se me hizo pesada, ni me aburrió ni nada por el estilo, pero ¿es una buena película por el hecho de haberme gustado a mi? Ni mucho menos. Cinematográficamente hablando, la película es un truño como un puño de grande, así como otras tantas superproducciones similares. Tenemos unas interpretaciones pésimas, un humor bastante tonto, tópicos a cada minuto y un guión vacío, simple y lleno de personajes estereotipados y mil veces vistos... y oye, la película me gustó mucho, aunque no por eso podría decir que es buena ni por asomo.
Para mí, el cine es algo más que entretenimiento, y aunque sea fan de auténticas bazofias cinematográficas, soy capaz de admitir que son eso, bazofias.
Para que una película sea buena (de verdad) debe tener ciertos valores, tales como un guión en condiciones, unas interpretaciones aceptables, un cierto grado de originalidad... no sé, esos detalles que diferencian al cine que es sólo un pasatiempos del que es arte de verdad y no una atracción de feria sacacuartos.
Pero ojo, que también se da el caso contrario. Aunque una película me resulte insufrible, puedo reconocer la calidad de esta (si la tiene, claro).
Que a veces, lo blanco es blanco, y lo negro es negro, y por mucho que una película nos guste, si es una mierda... pues es una mierda, y lo mismo ocurre en el caso contrario.
También digo una cosa; dudo mucho que sea recomendable alimentarse exclusivamente con el cine de Woody Allen o Jean-Luc Godard.
Que comer en restaurantes de lujo está muy bien, pero de vez en cuando apetece dejar la mente en blanco e irnos a darnos un atracón en el Burger King.
Este es precisamente el problema de los cinéfilos gafapastas y pedantes (los odio y no tengo piedad, lo siento). Esta gente sólo saber arrugar la nariz y levantar el hocico con asco y desprecio ante títulos que no estén nominados a siete Óscar como mínimo. Por eso me alegro de considerarme cinéfago y ser capaz de disfrutar de la misma manera con una película de Woody Allen que con una del Vengador Tóxico.
Para mí el cine es arte, entretenimiento y también arte y entretenimiento. Cuando Spielberg estrenó Tiburón lo único que pretendía era hacer una gran película veraniega y gracias a su destreza se convirtió en un clásico.
ResponderEliminarYa lo mencioné al principio en algún post, pero las películas nos gustan no porque sean objetivamente buenas o malas o alcancen cierta altura artística, como dices también. Las películas nos gustan dependiendo de hasta que punto nos gusta el cine, que libros hemos leído, que canciones hemos escuchado, que personas hemos querido, que personas no nos han querido, como pasamos el verano al cumplir doce años, que hicimos este fin de semana... En definitiva, de quiénes somos en el momento de ver la película. Se trata básicamente de una reacción emocional completamente irracional. Y al igual que nosotros cambiamos, nuestros gustos cambian. De ahí que una película que hace tiempo nos gustó ahora no lo haga y viceversa.
Algunos sentimos tanta pasión por el cine que nos lleva a estudiarlo con más detalle, por tanto podremos apreciar más cosas, entender más cosas que una persona que simplemente busque algo de entretenimiento. Esto nos permite racionalizar mejor nuestras reacciones ante una película. Sin embargo, una persona que sólo tenga un interés casual por el cine, que sea un espectador de fin de semana, no tiene por qué apreciar ciertas películas y está en su pleno derecho de disfrutar de un entretenimiento básico. De la misma manera que a mi el fútbol me la suda y no sé por qué un partido es bueno o malo a pesar de los intentos de algunas amigas por aficionarme al deporte.
Nunca me ha gustado generalizar, por tanto no creo que todo el cine comercial de Hollywood sea bazofia y el cine independiente sublime. Y como bien dices, se disfruta más si uno tiene la suficiente objetividad de poder ver que es bueno y malo y que le gusta y que no. Yo por eso recomiendo algunas películas sin prejuicios y otras, en cambio, o no las recomiendo o lo hago advirtiendo de que mis gustos no son ortodoxos y que disfruto de las películas que son abismalmente, monumentalmente, gigantescamente malas como Showgirls y de películas que son pura poesía abstracta como Valerie and her week of wonders.
Incluso los cinéfilos de mejor gusto seguro que tienen debilidad por alguna bazofia ya sea porque de pequeño les gustaba o porque la hace un director que les gusta o un actor, o una temática que les atrae.
ResponderEliminarSi, yo también puedo ser capaz de disfrutar de Transformers3, pero no pagando entrada!!! Y si, en casa también puedo, pero con una condición, estar acompañado de mínimo un colega, varias cervezas frescas por tomar y dos o tres ya en el organismo, si lo acompaña un ambiente a marihuana, mejor que mejor.
Si, yo también odio a los gafapastas pedantes que dicen saber del cine y otras tonterías.
Ei, que las de Vengador Tóxico son muy buenas, eso si, no para un segundo visionado, a no ser que pasen unos cuantos años! Las de Woody Allen, depende de cual hasta son de vicio!
Me considero objetivo, pero tengo muchas debilidades subjetivas.
Saludos!
Raül, bajo mi punto de vista, el cine es arte, ¡pero no siempre! Yo no puedo incluir películas como A todo Gas o la saga Crepúsculo dentro de esta categoría.
ResponderEliminarHay películas que se han hecho buscando crear arte, otras se han convertido en arte sin que nadie lo esperase, pero hay películas que jamás podrán considerarse arte.
Alexandre, yo creo que un cinéfilo gafapastas jamás admitirá ser fan de algún bodrio casposo de serie Z, aunque en casa se toque viéndolo.
Y es que otro defecto de esta gentuza es el creerse superiores por tener gustos tan exquisitos. Por no hablar de lo hipócritas que resultan a veces.
Yo tengo varios conocidos cinéfilos gafapastas y siempre evito hablar de cine con ellos. Me resultan demasiado repelentes.
Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario, Gonzo. El cine es arte y está sujeto a valoraciones de cualquier tipo. Evidentemente no todo lo que nos gusta tiene porque ser de calidad, de valor artístico; los gustos cuentan mucho. Como también comentas pasa que también hay grandes pelis en las que te cuesta más entrar por el motivo que sea, y aunque sabes por algo (una especie de lucecita que se enciende en tu interior) que son buenas, no te llegan a gustar lo suficiente(y no me vuelvo a enrollar con la idea de belleza de Platón ni nada por el estilo como hice en el blog de Raül, ni con conceptos como el de valor)¿Se podría decir sin temor a equivocarse demasiado que en tales casos no sabemos valorar esas pelis? Puede que sí; nadie es perfecto y yo me alegro de mis imperfecciones:-P Un saludo, Gonzo, Te sigo.
ResponderEliminarPD: A mí tampoco me gustan esos que van de elitistas del cine y desprecian los gustos de los demás. Yo veo de todo y me gusta de todo un poco. Evidentemente me encanta el cine clásico, pero lo nuevo es también maravilloso y ahí está la evolución del cine... indagar, descubrir cosas es maravilloso. Nos vemos.
Javi, yo creo que perfectamente se puede valorar una película aunque no te guste. Por ejemplo, clásicos como Lo que el viento se llevó o El nacimiento de una nación se me hacen insoportables, pero eso no quita el hecho de ser capaz de apreciar el valor y la calidad artística de estas películas.
ResponderEliminarUn saludo un gracias por seguir mi blog :)
Es cierto, las valoramos, pero algo se escapa para que no nos lleguen a gustar. Después de todo eso es una perversidad porque la belleza debería gustar a todo el mundo. Curioso. Somos contradicción y admitimos lo bueno y lo malo porque eso forma parte de nosotros mismos. Un saludo y buena reflexión, Gonzo.
ResponderEliminarAyer te quise puntualizar algo más, pero se me pasó. Yo creo que lo bueno o lo malo depende de múltiples consideraciones, o la belleza de las cosas. Hay mujeres que sabes que son guapas y que no te gustan, como hay mujeres que sabes que no lo son tanto y te encantan. Pero aquí ese “sabes” está sujeto a un debate filosófico. ¿Es por un hecho racional por lo que lo “sabes” o por tu experiencia vital? ¿Esa experiencia vital lo marcan modas y juicios de otra gente considerada refinada y de “buen gusto” (“elitistas del arte y la estética, o aristócratas del buen gusto”), con las que estamos maniatados y que imponen sus juicios personales, o no hay tal experiencia vital, o de tanta importancia, y sí un idealismo de belleza de la que captamos en parte gracias a la experiencia sensible de la realidad? Además creo que nosotros valoraríamos lo que nos parece bello desde un punto de vista racional cuando no nos gusta tanto, pero no lo valoraríamos desde un punto de vista emocional. Entonces una mujer bella que no nos gusta (como pasa muchas veces, igual que ocurre lo contrario) la valoramos racionalmente (o empíricamente), o sea: la conocemos de algún modo y por caminos diferentes según seas más partidario de lo racional o de lo sensible en el hecho inteligible; reconocemos su belleza por hechos supuestamente objetivos (ya sabes: cánones estéticos y todo ese rollo)… pero una mujer que nos guste y que sepamos que no es tan bella, y en eso entran en juego las emociones de las que formamos parte ineludiblemente, la valoramos de un modo irracional, pero la valoramos. ¿Y a qué le damos más valor realmente: a la mujer bella que no nos gusta o a la mujer no tan bella que nos encanta? Porque eso es importante: el juicio de valor lo damos nosotros, no se valora por lo que digan los demás después de todo, auque es cierto que por “contagio” opiniones o juicios de valor generalizados influyen en nuestras decisiones y en los gustos… además: los gustos, como es sabido, también cambian. De todo esto se podría hablar hasta cansarse porque se plantean muchas ideas enfrentadas y hay matices de todo tipo…además en los valores también influye lo subjetivo, lo meramente personal, al menos eso es lo que cree alguna gente, aunque hay otra que dice que no, que la escala de valores se fundamenta en realidades objetivas.
ResponderEliminarEs como en el cine: ¿A qué se le puede considerar una película buena? Super complejo: De una peli puedes decir que está bien, pero no ser realmente buena. Puede estar bien hecha sin más, pero puede ser una copia, una repetición de cosas ya vistas. Técnicamente puede estar muy bien hecha, tener un guión más que aceptable y con cierta complejidad, pero tener la sensación de estar muy vista, y demás. ¿Se podría decir de esa peli que es una buena peli? Para mí no. Tal vez formalmente guarde unas formas amables, bellas, que no molesten en absoluto, incluso que se les pueda dar un valor artístico para el que no tuviera la cultura suficiente para comparar, pero desde un sentido artístico no tiene nada destacable porque no inventa nada. En cambio, puede haber pelis que en una primera aproximación digas: ¿Qué coño es esto? Que se nos escapen o que a veces nos resulten incómodas de ver o incompresibles en un primer acercamiento, pero que guarden calidad y que sean geniales. Creo que hay unas formas de hacer que guardan un estilo por el que mayoritariamente la gente dice que es buena tal o cual peli (y se llega a esa consideración por distintos caminos, como ya apunté antes), aunque, como con la belleza de las mujeres de las que hablamos antes, después entren en juego nuestros gustos personales…y después, y muy importante, está la innovación… sin el hecho de la innovación el arte no avanza, eso es más que sabido.
Un saludo, Gonzo, y espero no haberte dado el coñazo demasiado. Ciao.
Un ejemplo de lo que comentas podría ser la película Enemigo Público (la de Michael Mann). Es una película tecnicamente perfecta, realmente muy cuidad y bien hecha, pero falla en algo fundamental: El guión. Ese detalle la convierte en una película mediocre, al menos bajo mi punto de vista, que valoro mucho más lo que una película cuenta que el como lo cuenta.
ResponderEliminarMe da igual que el presupuesto sea de dos dólares si luego la historia me hace vibrar.
Y nada de coñazo, Javi. Siempre es un placer atender a un lector.
Un saludo!
Javi, yo creo que a todo el mundo le gusta lo bello, pero es que no todo el mundo tiene el mismo concepto de belleza. Y en el caso del cine, creo que influyen otras cosas, como dice Raül. Lo que has visto hasta ese momento, lo que has vivido,... hacen que disfrutes una película más o menos.
ResponderEliminarUna película, por ejemplo Enemigo público que comenta Gonzo (yo no la he visto), puede ser un prodigio técnico y sin embargo no emocionarte. A mí me pasa especialmente con Satriani y Vai. Cualquiera que tenga dos dedos de frente es capaz de darse cuenta de que son absolutos virtuosos, posiblemente los dos guitarristas con mejor técnica de la historia de la música. A mí no me emocionan. Me transmite mucho más Slash a pesar de que sé que es mucho más "tosco" tocando (Ya quisiera yo tocar como él ;D). ¿Por qué? No lo sé, es algo irracional.
Y en cuanto a los gafapastas, largas discusiones he tenido yo defendiendo a Van Damme, a Sly, a Chuache,... En el fondo lo que yo considero gafapastas son radicales que quieren ir de alternativos. Les gustaría ser los únicos que conocen a Godard y les jode ver Rocky y pasárselo teta, pero no porque les haya gustado, sino porque nos ha gustado a los demás.
Es que es eso Einer, existen mil razones para que nos guste la mierda o para que aborrezcamos el oro, lo importante es, sean cuales sean nuestros gustos, saber admitir lo que es bueno, lo que es regular y lo que es basura.
ResponderEliminarSí, Einer, evidentemente hay distintos tipos de belleza, la belleza no es única. Lo que comentas no es contradictorio con lo que pongo en mi último comentario. Hay ciertas imperfecciones que algunos las aceptan perfectamente, incluso pueden tener ese atractivo al que muchos tachan de perversión; la personalidad juega un papel importante en esto, como se ve desde tu "yo" a la otra persona, o el arte en general; una cosas es el gusto y otra la objetividad de las cosas. Bueno, podíamos hablar hasta cansarnos del tema; esto daría para mucho y nos metería por muchos caminos de difícil tránsito... un saludo a los dos.
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