jueves, 13 de octubre de 2011

Cine de medianoche: Blood Feast


¿Qué puedo decir de Blood Feast? Creo que todo aficionado al cine gore y de terror debería conocer esta película como la madre del gore, y Herschell Gordon Lewis el padre. Así es, esta película dio origen a lo que hoy en día es el cine gore.
Gordon Lewis, que ya había cometido algunas fechorías con sus nudies, quiso romper otro de los tabúes del cine: la violencia explícita.
Ver sangre y casquería era algo impensable durante aquellos lejanos años (1963), pero Lewis hizo exactamente lo mismo que con sus nudies; mostrarlo todo sin cortarse un pelo. Con esta premisa rodó Blood Feast, una película de pobre argumento y presupuesto mínimo a la que se le veía el plumero, y es que estaba claro como el agua que su director no pretendía contar una historia elaborada, con personajes profundos, sino una historia más simple que el mecanismo de un botijo con la única intención de enseñar toda la sangre y vísceras que le fuesen posible. 
El tío sabía que iba a triunfar, ya que hasta entonces no se había visto nada así, de modo que la película fue un éxito gracias al morbo que despertaba en los espectadores, cuya curiosidad les llevaba en masa a ver aquella película tan, supuestamente, macabra y retorcida.
Gordon Lewis aprendió de William Castle y usó algunos gimmicks, como la entrega a cada espectador de una bolsa de papel por si no podían aguantar las ganas de vomitar. 
Evidentemente la cosa no era para tanto, pero esta clase de técnicas de marketing ayudaban a crear cierta leyenda alrededor de la película, aumentando la curiosidad de los espectadores.


La película trata sobre un loco asesino que pretende resucitar a una antigua diosa egipcia haciendo una especie de guiso a base de carne humana. Carne que conseguirá, evidentemente, matando a personas y robando trozos de sus cuerpos. 
Y no, la historia no da más de sí. Es así de sencilla, pero no podemos olvidar, como he dicho antes, que el único propósito de Lewis era el de mostrar sin tapujos carnaza y sangre (algo así como lo que hizo James Cameron con Avatar, para que nos entendamos, sólo que en su caso lo que pretendía era lucir efectos especiales hasta en el ojete).

Con unos diálogos que rozan el ridículo (tanto, que parecen sacados de un sueño absurdo), unas interpretaciones verdaderamente malas, como si las frases la recitaran robots, y una gama de colores chillones y horteras que le da a todo un aspecto como de cómic.
Esto, aunque no lo parezca, en conjunto le da a la película un aire casi surrealista y perturbador, que junto con la repetitiva y chirriante banda sonora, hacen que todo el filme parezca una especie de pesadilla kitsch.
Pero lo más importante es que, pese a todos esos fallos, la película es realmente entretenida y dura poco más de una hora, así que es casi obligatorio verla. 

En los 80 se hizo una secuela no oficial titulada Fonda Sangrienta (muy recomendable también, por cierto) con la que Gordon Lewis no tuvo nada que ver, pese a que él mismo dijo que estaba preparando un remake, pero visto lo visto, dudo que a estas alturas llegue a ver la luz.

9 comentarios:

  1. Qué ignorante me siento a veces cuando entro en tu blog xD

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  2. Lady, en esto del cine no existe la ignorancia. Hay tantas películas que es imposible conocerlas todas, y es muy normal toparte con cosas que no sabes ni que existen.
    Descubrir es parte del encanto del cine ;)

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  3. ¡Me encanta H. Gordon Lewis! No por nada en mi blog tiene una etiqueta para él solo, ja ja jajota. Y aún aguanta el tío, porque en el 2002 sacó Blood Feast 2: All U Can Eat. Pero creo que mucho mejores que Blood Feast son 2000 Maniacs y Wizard of Gore, la de los maníacos especialmente por el humor a lo Looney Tunes que tiene y la música. Él definió esta película diciendo: "Blood Feast es como un poema de Walt Whitman, es muy mala pero fue la primera."

    Mmmm, hace tiempo que no reseño nada del hombre y ahora me lo has recordado. Voy a ver si me decido por otras que me gustan mucho como She-Devils on Wheels o The Gore Gore Girls. Aunque The Gruesome Twosome tiene las pelucas parlantes. ¡Y tampoco he dicho nada de 2000 Maniacs! Imperdonable. Qué gran genio es este hombre.

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  4. Raül, se nota que te gusta, se nota jaja 2000 Maníacos también me gustó muchísimo, y ahora me han dado ganas de volver a verla.
    En cuanto a la secuela de Blood Feast no tenía ni idea oye. Gracias por la información.

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  5. Yo al contrario de muchos aficionados nunca sentí ni simpatía ni aprecio por los pioneros del gore. Estas pelis me parecian cutres, malas y aburridas. Para mi lo bueno empezó en los 70's con la gente que de verdad hacia cine (Friedkin, Hooper, Craven) y que no utilizaba el gore como pura mercancia explotativa.

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  6. Cabrero, hay que tener en cuenta que las intenciones de Gordon Lewis nunca fueron las de hacer una gran película, sino la de romper un tabú como lo era el enseñar violencia explícita con todo lujo de detalles, aunque el guión se lo pasara por el forro de los cojones (eso es así). Evidentemente el cine de terror de los 70 (y en general, todo el cine de los 70) tiene algo especial, fue rompedor y dio origen al cine moderno, pero películas como Blood Feast o 2000 maníacos no pretendían cambiar nada, aunque, sin quererlo, lo hicieron.
    Eran cutres, de eso no hay duda, pero al menos a mí me parecen de lo más entretenidas... y tienen el mérito de haber sido las que inventaron el gore, las primeras e innovadoras. Sólo por eso ya merecen un puesto de honor en la historia del cine de terror.
    Que guste o no guste su cine ya es otra cuestión.

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  7. Lewis solo queria sacar un fajo de billetes y en ese momento la manera facil era o las pelis nudys o la sangre. Él apostó por la sangre antes que por los denusdos, pero era lo mismo. Cine explotativo sin más objetivo que sacar dinero. Ahora esa gente ha vivido de eso, del culto que se ha hecho de esas pelis, de los mitos y leyendas. Sin embargo cineastas de verdad como Tobe Hooper están olvidados.

    Que conste que no tengo nada contra el cine explotativo, al contrario, lo disfruto como el que más. Pero me parece que se le da demasiada trascendencia a lo que solo era caspa para jovenzuelos ávidos de sensaciones fuertes. Además particularmente el añadirle humor a todo el cotarro le hace perder aun más fuerza y credibilidad.

    Esto es un cine casposo, anticuado y apolillado. Siempre he preferido (dentro del gore) un cine más moderno, valiente y arriesgado. Y personalmente a Lewis y compañia no les veo mérito. Para mi los pioneros de verdad serían Hitchcock, Romero y esa gente.

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  8. En realidad tocó los dos palos; los nudies y el gore, en ese orden. Cuando se hartó de hacer nudies, le metió mano al gore.

    Vale que la película es casposa y anticuada, pero hay que verla con los ojos de los espectadores de aquellos años, que lo más gore que habían visto eran las 2 gotitas de sangre en la escena de la ducha de Psicosis.
    Yo sigo pensando que el verdadero pionero en el gore, tal y como lo conocemos, es Gordon Lewis, pues que ni Hitchcoock ni Romero habían usado este recurso (el segundo lo usaría años después, como ya sabemos).
    A Tobe Hooper tampoco lo podríamos incluir, puesto que su ópera prima, La matanza de Texas, carece casi por completo del elemento gore (lo que la engrandece, por cierto).
    Si, toda esta gente puso su granito de arena durante esos cojonudos años 70, pero el primero en usar la carne picada, la sangre a chorros y las escenas cafres fue Gordon Lewis.

    En lo que si estoy de acuerdo contigo es en lo del humor, pero si ves Blood Feast (imagino que lo has hecho), te parecerá una película de terror con toques de comedia. Bien, esos supuestos toques de comedia no son tales, sino que lo sumamente mala que es la película hace que algunas secuencias y diálogos parezcan de coña, con intenciones humorísticas, pero si te fijas bien, Blood Feast en ningún momento trata de ser graciosa, al menos no de forma intencionada.

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