Me gusta Halloween, y eso que rara vez tengo oportunidad de celebrarlo, pero me alegra el día todo lo que tenga que ver con zombies, vampiros, monstruos, asesinos en serie y, en general, terror.
El año pasado se me pasó por completo hacer un especial Halloween, algo imperdonable si tenemos en cuenta que este blog está dedicado en un 90% al género fantástico y de terror, pero este año van a caer dos entradas especiales, así compenso lo del año pasado.
En esta primera entrada voy a hacer un pequeño repaso a las mejores películas de terror (bajo mi punto de vista, claro) del 2010 y el 2011, pero ¿por qué incluyo también el año pasado? Porque si sólo menciono las películas de terror buenas del 2011, esta entrada no da ni para cinco segundos de lectura, y es que ha habido mucha mierda en las salas. De todas maneras, alguna cosita interesante hay por ahí.
Insidious
Quizá la mejor película de terror que he visto este año (y el pasado). Su director, James Wan, no me inspiraba demasiada confianza, pero después del ver el resultado tuve que tragarme mis palabras.
Insidious es la típica (o no tan típica) historia de fantasmas, con un niño de por medio que parece ser el responsable de los extraños fenómenos que están teniendo lugar en la casa, pero luego se descubre que hay algo más.
El argumento no es nada del otro mundo, pero es en lo estético donde la película destaca sobre otras producciones similares, siendo bizarra, excesiva, caricaturesca y con algunos toques oníricos que me pusieron la piel de gallina, además de tener una banda sonora de lo más apropiada, una estupenda fotografía llena de colores apagados y una atmósfera pesadillesca, triste y deprimente.
La cosa
Como fan incondicional de la película de John Carpenter, no podía evitar ir con cierto miedo a la hora de ver esta precuela que ha resultado ser mejor de lo que esperaba.
Es cierto que parte del encanto de la película de Carpenter radicaba en la tensión y la inseguridad que se respiraba en el aire, y parte de esto se ha perdido en la nueva entrega, siendo sustituido por los típicos sustos fáciles, pero aún así queda algo de la película original. Todavía se respira ese miedo, esa continua desconfianza, y esa sensación de que, de un momento a otro, tu compañero reventará y se convertirá en un engendro demoníaco sediento de sangre.
Otra cosa que se echa de menos es el uso del látex y los animatronics (soy un clásico, lo siento), pero a decir verdad, el CGI usado es muy decente, y siendo una película mayormente oscura, se disimula muy bien.
Pesadilla en Elm Street: El origen
A poca gente le gustó este remake. Unos porque decían que el diseño del nuevo Freddy no les gustaba, y otros porque simplemente la tachaban de aburrida, innecesaria y cutre. A mí no me pareció nada de eso, y tanto es así que llegué a verla dos veces en cines.
Como he dicho en varias ocasiones sobre esta película, no creo que tenga que competir con la original de Wes Craven, sino verla como un complemento. Una nueva entrega de la saga con la cara lavada.
La historia es la misma de siempre, pero en esta ocasión nos encontramos a Jackie Earl Haley en el papel de Freddy, en vez de al habitual Robert Englund, al que tampoco se le echa de menos porque Earl Haley es un actorazo y lo hace fenomenal.
Hay sustos fáciles que se podrían haber evitado, pero se compensa por la maravillosa fotografía, el nuevo maquillaje de Freddy y las abundantes dosis de sangre.
Piraña
Un remake bastante inferior (y diferente) a su original, pero se salva por su alta carga violenta y gore, y porque no tiene escrúpulos en mostrarnos mutilaciones aberrantes (genitales incluidos), por lo que, como podréis imaginar, se trata de una producción bastante gamberra y sinvergüenza.
Es una película que no se toma en serio a sí misma, y aunque tarda bastante en arrancar, la orgía de carne picada, tripas y sangre que se desata al final compensa la espera, y teniendo en cuenta que el creador de los efectos de maquillaje es el grandísimo Greg Nicotero ¿qué más puedo decir?
Y hasta aquí llega la cosa. Como podéis ver, pocas películas de terror me han parecido buenas de verdad en estos últimos dos años, aunque imagino que alguna se me ha olvidado reseñar.
No sé si es que, al tratarse de un género que me gusta especialmente soy más exigente, o que realmente el cine de terror está echado a perder.
Las dos últimas pelis que comentas me parecieron lo peor de lo peor del cine de terror actual. Es decir, existiendo todo el buen cine de terror que se ha hecho a lo largo de la historia estos dos ridículos remakes no solo me parecen malos sino tremendamente innecesarios, que es peor.
ResponderEliminarCabrero, yo soy de los que piensa que todos los remakes de películas buenas son innecesarios, aunque siempre queda curioso ver una versión modernizada de un clásico. ¿Que te gusta? Bien. ¿Que no? siempre tendrás la original intacta.
ResponderEliminarNo obstante sigo diciendo que el remake de pesadilla en Elm Street no me parece una mala película de terror.
Piraña si, es una mierda, pero el tramo final hace que las chorradas anteriores valgan la pena.
¿Dos veces en cine la de Elm street? Eso es para tener en cuenta, sin embargo será difícil verla como si fuera la primera... complicado, siempre surgirán las comparaciones si se vio la primera, que por supuesto, es con la que me quedo; en eso soy un clásico.
ResponderEliminarLa de La cosa no me tira absolutamente nada; la de Isidius sí, mucho. Quería verla en cine porque leí cosas buenas de ella, pero se me pasó, con lo que lo haré en cuanto pueda. Supongo que tendré que tener la tapa del baño levantada. La de Piraña no vi la de los años 80, o finales de los 70. Cómo para ver ésta!
Un saludo, Gonzo. Buenas recomendaciones.
javier, soy consciente de que a veces estoy un poco chiflado (Malditos bastardos la vi 8 veces en cines, y no exagero jaja).
ResponderEliminarPor supuesto que la original Pesadilla en Elm Street tiene un encanto que el remake nunca tendrá, pero fíjate que algunos aspectos del remake me gustaron incluso más.
Lo que tengo claro es que de todas las películas de esta entrada, la que puedo recomendar con la boca más grande es Insidious.
¿Y qué me dices de YellowBrickRoad, Somos lo que hay, La herencia Valdemar y secuela? En fin, me hace gracia que tras arremeter tanto contra los remakes, tu selección consista en remakes, menos Insidious. :D
ResponderEliminarRaül,La herencia Valdemar es anterior al 2010 (creo) y la secuela me pareció nefasta.
ResponderEliminarEn cuanto a yellowbrickroad y Somos lo que hay, me parece que no se han estrenado en circuitos comerciales, al menos no donde yo vivo, de modo que aún no he podido verlas.
En realidad yo no arremeto contra los remakes. Siempre que se hace uno de una película que me interesa siento curiosidad por verlo, pero lo que si pienso es que esta oleada de remakes no es más que el fruto de unos guionistas sin ideas.
También me parece innecesario hacer remakes de películas buenas (incluso aunque después el resultado sea satisfactorio), pero hay casos en los que yo mismo estoy de acuerdo en hacer el remake, como con The Crazies (la película original es de lo peor que he visto en mi vida)
Bueno, a mi las de Valdemar me gustaron. Supongo que sobre gustos... Eso sí, los remakes no se originan por guionistas sin ideas, sino por estudios que quieren ganar dinero fácilmente y consideran que los remakes son apuestas seguras.
ResponderEliminarA mi me gustó la primera, pero la segunda ya pudo conmigo. Creo que quisieron hacer más de lo que podían.
ResponderEliminarPienso que esto de los remakes, algo tiene que ver con la falta de imaginación (de guionistas o productores, da lo mismo) y con marear la perdiz con tal de no pensar en cosas nuevas que den dinero.
Ya no sólo tenemos los remakes, los cuales me interesan, sino que ahora también se ha puesto de moda eso de los reboots. Vamos, que la cosa es no arriesgar con algo nuevo y dedicarse a reciclar una y otra vez.
Remakes habrá habido siempre, pero por supuesto no con la insistencia y facilidad con la que se hacen ahora.
De tu selección yo solo me quedo con Insidious, que a mí también me gustó mucho.
ResponderEliminarBea, yo también me quedo con Insidious, sin duda. Aunque ahora que lo pienso, también debería haber incluido Mientras Duermes, de Jaume Balagueró. Esta también es altamente recomendable.
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