Cuando me puse a ver esta película por primera vez pensé que seguiría la línea de El fotógrafo del pánico, pero nada más lejos de la verdad. De hecho, bajo mi punto de vista, El estrangulador de Boston le da mil vueltas a El fotógrafo del pánico.
La película se basa en el caso real del asesino en serie Albert DeSalvo, que asesinó a trece mujeres entre 1962 y 1964, sembrando el terror y la intranquilidad en Boston.
Lo primero que llama la atención de este thriller policíaco es su estética semidocumental, el uso casi continuo de la pantalla partida y algún que otro recurso visual bastante adelantado a su tiempo.
La película se divide en dos partes bien diferencias. La primera de ellas se centra en los asesinatos cometidos por el estrangulador, a quien no le vemos el rostro en ningún momento. Esta primera mitad es puro thriller, dando preferencia absoluta a la investigación policial y a los asesinatos.
La segunda mitad parece otra película completamente distinta. Por primera vez vemos el rostro del asesino, y descubrimos que, como de costumbre, se trata de un hombre normal y corriente. Pero no sólo eso, sino que la animadversión y el desprecio que hemos podido sentir por el asesino en la primera mitad del filme, se sustituye ahora por lástima y compasión.
Esta segunda mitad se centra en el análisis psicológico del asesino y el trabajo policial, que intenta esclarecer si DeSalvo es realmente consciente de los actos violentos que ha cometido.
Como he dicho antes, la utilización de la pantalla partida es casi continua durante todo el metraje, pero resulta admirable el magnífico uso que se le da. No sólo sirve para mostrar más información de forma simultánea al espectador, sino también para remarcar la sensación de paranoia colectiva que se vive en Boston por el temor de ser la siguiente víctima del estrangulador.
Gran final el de la película, por cierto. Y dos interpretaciones de lujo; en primer lugar tenemos a Tony Curtis dando vida al estrangulador, de forma magistral y ofreciendo una interpretación totalmente creíble y aterradora.
Luego está Henry Fonda, que interpreta al detective de policía que sigue los pasos del asesino, y aunque Fonda es un gran actor, Tony Curtis lo eclipsa por completo en El estrangulador de Boston.
Estoy completamente de acuerdo contigo, me encantó esta peli. Tony Curtis se sale en este papel. Feliz año Dr. Gonzo, perdona que esté un poco perdida, a partir de ahora me centraré un poco más y visitaré Motivos para levantarse como siempre he hecho.
ResponderEliminarMuchos besos.
Hoy debe ser día de deja vu, porque en el blog de Einer también comenta una peli que creo habíamos discutido ya. En todo caso, creo que precisamente la técnica de la pantalla partida y el tono documental había salido hacía poco y muchos se lanzaron a utilizarla. Por eso cuando se usa hoy es retro. La amenaza de Andrómeda y Perversidad son otras películas de entonces que aprovechan al máximo esta técnica. De hecho, Perversidad es íntegramente en pantalla partida.
ResponderEliminarDe todos modos, a mí la película me gusta mucho, aunque no creo que sea mejor que el fotógrafo del pánico ;D, y creo que es la única basada en hechos reales que se filmó mientras todavía se estaba investigando el caso e intentando esclarecer si realmente De Salvo es el asesino (creo que de ahí las dos mitades en que se divide la película). En el post que hice sobre ella puse un documental que indica que tal vez De Salvo no fuera realmente culpable.
En todo caso, es una gran película y una de las mejores sobre asesinos en serie.
Isabel, feliz año para ti también! me alegra verte de nuevo por aquí. Un beso!
ResponderEliminarRaül, como siempre, aprendo cosas contigo jaja No sabía que el caso del estrangulador aún se investigaba cuando se hizo la película. Muy curioso.
Y bueno, el fotógrafo del pánico me pareció una buena película, muy atrevida para su época y demás, pero no sé, El estrangulador me dejó mejor sabor de boca :)
El estrangulador de Boston es una gran peli, distinta de El fotógrafo del pánico. En El estrangulador, como anotas, hay más cine policíaco y el guión es magnífico. Tiene un poder de fascinación tan grande como El fotógrafo del pánico, aunque en ésta eso viene más determinado bajo mi punto de vista por la atmósfera recreada y su estética que por la historia propiamente dicha; en cuanto a eso El estrangulador es una pasada, más compleja y muy bien explicada. De cualquier forma El fotógrafo, aunque es sencilla en cuanto a guión, éste es original y tiene su coherencia.
ResponderEliminarLas dos me parecen grandes pelis. Creo que en El estrangulador Tony Curtis hace el mejor papel de su carrera.
Muy adecuada la técnica de la pantalla dividida en esta peli. No sé si la tengo. Si no es así intentaré conseguirla.
Muy buena entrada, Gonzo. Un saludo.
Javier, El fotógrafo del pánico y El estrangulador de Boston son dos ejemplos perfectos de cómo se puede tratar una misma idea desde puntos de vista diferentes.
ResponderEliminarUn saludo!
Ya estoy por aquí y me pregunto cómo no te he encontrado antes. Grandes post publicados y este en especial me encanta. DOs actorazos que lo bordan en un guión redondo.
ResponderEliminarTe sigo leyendo.
Un abrazo
Laura (alías lala)
Lala, pues muchas gracias por pasarte por mí blog :) me alegra que te haya gustado.
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