Taxi Driver

Posiblemente esta sea una de las entradas más tontas que he escrito en el tiempo que llevo siendo blogger. La razón es que, como imagino que algunos recordaréis, ya escribí sobre Taxi Driver hace unos cuantos meses, pero gracias a mi maravilloso dominio de la informática, me cargué la entrada. Sí, la releí, vi que había un error ortográfico, y al ir a editarla lo borré todo y no encontré modo humano de deshacer el entuerto.

Total, que aquí me tenéis volviendo a reseñar esta película aprovechando que la vi recientemente en blu ray. No me quejaré, porque hablar de una obra maestra como Taxi Driver siempre es un placer, así que allá vamos.

El problema de escribir sobre una película como esta es que ya lo han hecho miles de personas antes que yo, por lo que termino quedando en un lugar bastante complicado. ¿Qué os digo que no sepáis ya? Sé que si escribo una reseña al uso resultaré redundante y muy poco original, así que mientras escribo estas líneas estoy pensando en qué coño decir.

Vamos, no me jodáis, si estáis leyendo un blog de cine es porque os interesa el tema, y si os interesa el tema habréis visto Taxi Driver y sabréis casi todo lo que hay que saber de ella.

De todas formas, por si queda algún rezagado por ahí, voy a resumir brevemente el argumento; Travis Bickle es un veterano de Vietnam con insomnio, y harto de pasar las noches en vela sin hacer nada productivo, decide empezar a trabajar como taxista haciendo los turnos de noche, algo muy poco agradable, especialmente si vives en Nueva York.

Poco a poco nuestro héroe irá descubriendo la cara más repugnante de su ciudad. Esa cara perversa y viciosa que sólo se deja ver en la noche, y que cada vez irá calando más en la psique de Travis, quien ya de por si no es una persona muy centrada mentalmente hablando.

La cosa va a más cuando este buen hombre se hace amigo de una prostituta menor de edad (interpretada por Jodie Foster, como todo sabréis) y se ofusca en sacar a la cría de ese sórdido mundo. ¿Cómo lo hace? A tiros.

Bien, ya sabéis de lo que va Taxi Driver, y dudo que con semejante argumento no os den ganas de verla (me refiero a los que no la habéis visto, claro).

Pero sería un error catalogar a Taxi Driver de película de justicieros, ya que no sólo es eso. El guión (obra de Paul Schrader) refleja un profundo descontento hacia el sistema y la sociedad, y Travis es el encargado de encarnar ese asco. Un ángel vengador antisistema, pero a la vez tierno e inocente. Un hombre sin demasiada formación que intenta hacer las cosas de la mejor forma posible, aunque esto no significa que las haga del modo correcto, y la prueba más evidente es cuando lleva a un cine porno, y en la primera cita, a la chica que le gusta.

Travis no tiene malas intenciones, sólo un absoluto desconocimiento del significado de la palabra modales.

Hay un cierto tono bipolar en toda la película, y cada vez que vuelvo a verla lo encuentro más evidente, empezando por su protagonista, quien, como ya he dicho antes, pasa de ser un hombrecillo ignorante e ingenuo a una mala bestia armada hasta los dientes.

El tono de la película también resulta irregular, puesto que empieza de forma calmada y tranquila (que no lenta) y termina en mitad de una vorágine de violencia y casquería. Básicamente es lo mismo que ocurre en El Exorcista, puesto que dejar los elementos más perturbadores y sucios para los últimos minutos de película hace que resulten el doble de impactantes que si toda la película está llena de ellos.

He encontrado elementos bipolares incluso en el tema principal de la banda sonora que compuso Bernard Herrmann. Este empieza con unos tonos melancólicos, casi de corte romántico, que pasan a convertirse en una melodía agresiva y contundente.

Pero para esquizofrenia total ya tenemos ese último y misterioso plano que deja bien claro al espectador que Travis, pese a ser alguien que ha intentado limpiar la ciudad de escoria, no está bien del coco. Ni falta que le hace.