miércoles, 10 de julio de 2013

Holy Motors


Anoche, en la cama, mientras intentaba dormirme, escribía ésta entrada mentalmente para que hoy todo fuese más fácil, pero como era de esperar se me ha olvidado hasta la última palabra que tenía pensado escribir, de modo que me jodo y empiezo de cero, sobre la marcha, sin anestesia. Igual que Holy Motors.

Para empezar debo admitir que no soy un tipo que analice las películas meticulosamente plano a plano, buscando significados, metáforas y dobles sentidos, y es que muy obvio tiene que ser para que yo me percate. Pero no sólo se trata de torpeza mía, sino también de que realmente no es algo que me preocupe. En otras palabras, no me gusta sobreanalizar, y de hecho lo detesto. 
Mucho se ha dicho sobre el significado de Holy Motors y sobre aquello que representa, pero después de verla y descubrir lo endiabladamente abstracta que es, yo diría que nadie tiene la verdad absoluta sobre lo que Holy Motors quiere decirnos. 
La sinopsis literal de la película sería la siguiente: Un tipo viaja en limusina a diferentes destinos. En cada uno de ellos debe disfrazarse (de vagabundo, asesino, personajillo extraño, etc), bajarse del vehículo y hacer algo. Así todo el santo día, hasta que acaba su jornada laboral y regresa a casa con su mujer e hijos, que por cierto son monos. Sí, monos. 
Pero si el director no está suficientemente satisfecho con la paja mental que nos acaba de endiñar, remata la película con un plano en el que vemos a las limusinas aparcadas en la cochera y... hablando entre ellas. 

En fin, esa sería la sinopsis literal. La sinopsis seria es esta (más o menos, según mi punto de vista): no existe un argumento claro ni lógico, aunque al principio, en los primeros minutos, haya atisbos de uno. Rápidamente cualquier indicio de un argumento extraño pero entendible se va al traste y la película se convierte en algo totalmente abstracto, pero tremendamente bello. 
Es probable que la película nos hable, desde una perspectiva radical, sobre el trabajo de ser actor, ya que viendo a ese protagonista de múltiples personalidades, ayudado de látex, maquillaje, pelucas y ropa, que sólo puede ser él mismo durante un rato al día (y ni así lleva una vida normal), no es difícil ver la metáfora con la que el director nos narra la película. 

Holy Motors no es una película para todos los públicos, especialmente si dicho público es de ese al que le gustan las cosas claras, de los de 2+2 = 4, sin complicaciones. Llegar del punto A al punto B de la forma más sencilla posible. Ese público debe alejarse de Holy Motors, porque como mínimo pillará un cabreo. 

Tal  y como yo lo veo, el cine es arte, y como arte que es no está obligado a ser algo lógico y con sentido. No existen las reglas cuando se trata de arte. 
Holy Motors es inentendible, pero posee dos virtudes que la convierten en una pequeña obra maestra; primero, como conjunto de imágenes y secuencias es una maravilla visual, con lo que ya me doy por satisfecho, más aún si al llegar los créditos finales tengo un buen sabor de boca; y segundo, no deja indiferente a nadie, algo que para mí tiene mucho valor y denota arte de calidad, no de usar y tirar. 

Atención al homenaje cinéfilo-friki en el que suena el tema de Godzilla, de 1954. 

4 comentarios:

  1. A mí me gustó mucho esta película, tan abierta a interpretaciones. Fue particularmente desorientadora la secuencia de inicio en el cine ya que vi la película en el cine. Creó una sensación mágica. Fantástica, en todos los sentidos.

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    1. Sí, ver ese momento "espejo" en el cine debe ser bastante desconcertante jaja

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  2. Bueno, sabes que no soy de comentar mucho pero hay cosicas que no puedo callarme.

    Porque hay películas que me soprende la exactitud con la que coincidimos, y es que yo, cuando vi a ver esta película me temía alguna clase de pollada sin pies ni cabeza que NO se pudiera disfrutar, y hala, sal con cara de que te ha gustado y da una excusa sobre su significado, pero no, y eso que la película es cuanto menos ''especial''.

    Pero me parecio una experiencia hermosa, y la película te absorbe de tal manera que en la escena musical de entreacto, a mi personalmente me entraban practicamente ganas de levantarme y aplaudir cuanto más llegaba a su climax musical, y eso que es una escena literalmente imposible en mitad de la película que ni se continua, solo tocan musica, pero la ambientación de la película y el hecho de que aunque tambien tenga mensajes casi indescifrables, es verdad que hay otros, que suelen ser practicamente sentimientos y no darle tantas vueltas a un plano concreto, que el espectador no muy avispado entre el que me incluyo, podía pillarlos sin estar toda la película con cara de tonto.

    Una rara joya a la que me daba miedo a acercarme por ser una gilipollez pedante hecha solo para que la gente discuta por su significado, y que además de los mensajes que esconda, es, y es lo más importante, una experiencia fantástica, y que da gusto ver como se siguen haciendo películas diferentes, por más que se queje la gente.

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    1. Como bien dices, la película es ante todo, dejando de lado paranoias y locuras de la mente del director, una experiencia hermosa, interesante y con magnetismo. Vale que cuando la película termina no te has enterado de un pijo, pero tampoco creo que el director quisiera que lo entendiésemos. De hecho, creo que una vez leí en la revista Fotogramas que su intención era plasmar imágenes que tenía en mente, nada más, dejando el guión, las metáforas y los significados ocultos en segundo plano.

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