martes, 16 de septiembre de 2014

Miss Violence


A veces, para crear la sensación de miedo, angustia y nerviosismo no es necesario incluir monstruos, psicópatas enmascarados o alienígenas sanguinarios. A veces basta con contar una historia siniestra que simplemente puedas creerte y llegar a pensar que en la casa de tu vecino podría estar ocurriendo algo parecido. 
Miss Violence juega con la cotidianidad y el realismo para contarnos una historia terriblemente dura sin apenas mostrar nada explícito. El espectador observa, como si estuviese oculto tras una puerta y mirando a través de la cerradura, el día a día de la familia protagonista. Una familia que aparentemente es normal, pero poco a poco, y casi sin darnos cuenta, se nos va mostrando que ahí hay algo que no va bien, y al principio no sabemos de qué se trata, de hecho no lo sabemos hasta bien avanzado el metraje, pero algo nos dice que en esa familia hay algo podrido. Los diálogos, la aparente calma y la corrección política en los actos de los protagonistas, especialmente del padre, nos dan a entender que, aunque de momento estemos viendo una familia normal y extremadamente moderada y conservadora, el ambiente irradia maldad y tensión.

Como ocurría en la estupenda Martyrs, la película da inicio con una secuencia inofensiva, incluso alegre, que finaliza con un acto inesperado que nadie puede prever. El contraste: el momento inofensivo y apto para toda la familia, de repente se rompe en mil pedazos y nos quedamos con cara de gilipollas. 
A partir de ahí, toda la película se mueve entre lo cotidiano y lo comedido, sin demasiados movimientos de cámara (aunque a veces se marcan alguna virgería) y dando al espectador pequeñas pistas que, si bien no aclaran nada hasta el momento en el que al director le parece oportuno aclarar las cosas, consiguen crear intranquilidad y mal rollo aunque no sepamos ni porqué. No sé a vosotros, pero a mí eso me parece maravilloso. 
Un ejemplo perfecto de esto que estoy diciendo es la escena en la que cierto personaje está secando unos cuchillos con toda la tranquilidad del mundo, sin espavientos ni música machacona. Sencillamente está sentado en la mesa, secando unos cuchillos y comiendo un helado, pero el espectador ya sabe lo que va a pasar con esos cuchillos, y gracias doy al guionista  porque finalmente pase lo que tiene que pasar. 

Sobre el eje que mueve la película y la sorpresa final, cuando se descubre qué pasa, no puedo hablar para no destripar nada, pero repito lo que he dicho al principio de la reseña: en muchas ocasiones no es necesario irse al terreno paranormal para dar miedo, porque la crónica negra de nuestro día a día, esa que ahora mismo puede estar dándose en el piso de arriba, es casi siempre la más terrorífica y descorazonadora.

5 comentarios:

  1. Dr. Gonzo, tendre presente este titulo, por lo leido me esperan gratos momentos de tension, gracias por su recomendacion. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que te guste. Quizá no encuentres tensión propiamente dicha, pero sí la incómoda sensación de que algo no marcha bien en esa familia :D
      Un saludo!

      Eliminar
  2. Me gustan este tipo de películas que insinúan pero no "enseñan". Tiene buena pinta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues en ese caso, esta es tu película :D No sé si te gusta el cine de Haneke, porque Miss Violence es muy similar.

      Eliminar
    2. Solo he visto, que yo recuerde, "Funny games". Bastante buena. Si es del estilo, me encantará.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...