La directora Karyn Kusama, quien
no había hecho ninguna película demasiado destacable, ha sorprendido con esta
minimalista y efectiva propuesta titulada La
invitación.
La premisa nos traslada a una fiesta
insoportablemente pija en las afueras de Los Ángeles, donde un grupo de antiguos
amigos ha sido reunido allí por una
pareja con, en principio, la intención de recordar viejs tiempos y ponerse al
día. Poco a poco se va descubriendo que hay algo más.
Podría decirse que La invitación es un híbrido perfecto
entre Un dios salvaje, The Sacrament y, por qué no, La semilla del Diablo.
La película juega con una
atmósfera agradable que pese a ello despierta cierta inquietud, pues se sabe de
antemano que algo malo se está fraguando. ¿O no? Porque esa es otra: el guión
logra que en cuestión de minutos pasemos de estar del lado del protagonista (el
único convencido de que allí sucede algo extraño) a mirarlo como si de un psicótico
se tratara. En ese sentido la película es una montaña rusa que no lanza luz
sobre los verdaderos motivos de la invitación hasta bien avanzado el metraje. Algo
similar ocurría con La Bruja; ¿se
trataba de una amenaza real o de un simple espejismo provocado por la paranoia?
El guión es el cimiento
fundamental de La invitación. En
realidad lo es de cualquier película que pretenda ser buena, pero en el caso de
este tipo de cine, de bajo presupuesto y medios muy limitados, el guión no es
sólo importante, sino crucial e imprescindible, puesto que eso y las
interpretaciones son lo único de que dispone el realizador. Por suerte, el
guión está calculado al milímetro y sus engranajes bien engrasados, de modo que
la película funciona.
No estoy de acuerdo con una cosa: Jennifer's Body me parece una peli muy destacable! :D (bueno, y otra cosa menor: en La Bruja queda claro desde el principio que la amenaza es muy real)
ResponderEliminarEsta película me gustó mucho, en particular porque la vi sin saber nada ni esperar nada en particular, así que estaba al principio pendiente del drama en si y luego ya me quedé enganchado. Me encantó el detalle de las luces.
En La Bruja se dejan las cosas más o menos claras con la escena del mortero y el bebé, pero tú y yo sabemos que a si al guionista le hubiese dado la gana de colar un giro de guión que explicase que todo había sido una alucinación colectiva, habría buscado la forma de hacerlo (y la película, para mi gusto, hubiese perdido toda la gracia).
EliminarYo, cuando vi La Invitación pensaba que trataba sobre una sesión de ouija. Imagina lo mucho que me había informado jaja Ni una mísera sinopsis leí.