martes, 19 de julio de 2016

La Invitación


La directora Karyn Kusama, quien no había hecho ninguna película demasiado destacable, ha sorprendido con esta minimalista y efectiva propuesta titulada La invitación.
La premisa nos traslada a una fiesta insoportablemente pija en las afueras de Los Ángeles, donde un grupo de antiguos  amigos ha sido reunido allí por una pareja con, en principio, la intención de recordar viejs tiempos y ponerse al día. Poco a poco se va descubriendo que hay algo más.
Podría decirse que La invitación es un híbrido perfecto entre Un dios salvaje, The Sacrament y, por qué no, La semilla del Diablo.
La película juega con una atmósfera agradable que pese a ello despierta cierta inquietud, pues se sabe de antemano que algo malo se está fraguando. ¿O no? Porque esa es otra: el guión logra que en cuestión de minutos pasemos de estar del lado del protagonista (el único convencido de que allí sucede algo extraño) a mirarlo como si de un psicótico se tratara. En ese sentido la película es una montaña rusa que no lanza luz sobre los verdaderos motivos de la invitación hasta bien avanzado el metraje. Algo similar ocurría con La Bruja; ¿se trataba de una amenaza real o de un simple espejismo provocado por la paranoia?

El guión es el cimiento fundamental de La invitación. En realidad lo es de cualquier película que pretenda ser buena, pero en el caso de este tipo de cine, de bajo presupuesto y medios muy limitados, el guión no es sólo importante, sino crucial e imprescindible, puesto que eso y las interpretaciones son lo único de que dispone el realizador. Por suerte, el guión está calculado al milímetro y sus engranajes bien engrasados, de modo que la película funciona.

La Invitación no es sólo una historia de suspense y terror con sectas de por medio, sino también una feroz crítica hacia la cultura del positivismo excesivo, fantasioso y estúpido que desde hace algún tiempo parece estar de moda. Porque el exceso siempre, siempre, es malo, incluido el de buen rollo y perspectiva rosa chicle de la vida. Ya era hora de que alguien hiciese una película sobre el tema y nos mostrara que tras esta gente que siempre está contenta, borracha de felicidad y pensando que vive en un mundo maravilloso de duendes, unicornios y gominolas puede haber verdaderos monstruos perturbados y peligrosos. 

2 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo con una cosa: Jennifer's Body me parece una peli muy destacable! :D (bueno, y otra cosa menor: en La Bruja queda claro desde el principio que la amenaza es muy real)

    Esta película me gustó mucho, en particular porque la vi sin saber nada ni esperar nada en particular, así que estaba al principio pendiente del drama en si y luego ya me quedé enganchado. Me encantó el detalle de las luces.

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    Respuestas
    1. En La Bruja se dejan las cosas más o menos claras con la escena del mortero y el bebé, pero tú y yo sabemos que a si al guionista le hubiese dado la gana de colar un giro de guión que explicase que todo había sido una alucinación colectiva, habría buscado la forma de hacerlo (y la película, para mi gusto, hubiese perdido toda la gracia).

      Yo, cuando vi La Invitación pensaba que trataba sobre una sesión de ouija. Imagina lo mucho que me había informado jaja Ni una mísera sinopsis leí.

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