Ultraviolencia

Como ya sabréis los que me habéis leído con anterioridad, mi sentido del humor es bastante peculiar. Suelo reírme con cosas que para el resto de los mortales no tienen la menor gracia, y me parto con ese humor absurdo al que no se le puede buscar sentido. 

No recuerdo cómo conocí a Miguel Noguera y sus ultrashows, pero cuando vi por primera vez uno de estos extraños monólogos no me lo podía creer. Era un humor completamente nuevo, planteado de una forma tan surrealista como sencilla; Miguel Noguera explica a su público las ideas locas que se le pasan por la cabeza y que lleva apuntadas en un papel a modo de chuleta. Unas las explica más brevemente, y otras las desarrolla y estira, desquiciando y deformando cada vez más la idea de la que partió en un principio. 

Ultraviolencia es un libro que funciona exactamente igual que un ultrashow, recogiendo trescientas ideas ilustradas de Miguel Noguera. 

A medio camino entre lo absurdo, lo cotidiano y lo escatológico, el humor de Ultraviolencia viola nuestro cerebro, y lo hace sin ningún tipo de vaselina, agotándonos mentalmente más y más conforme van pasando las páginas.

Lo mejor de estas ideas locas que nos plantea el autor es que el lector tiene que implicarse con la imaginación, no basta con leer y ya. Hay que imaginarse, muy seriamente, la serie de gilipolleces que Noguera nos va planteando, y que van desde un Cristo mal crucificado, hasta el blanco de los ojos de un insecto, pasando por una barra de bar muy afilada que corta a los clientes que se apoyan en ella. 

No hace falta decir que se trata de un humor no apto para todo los públicos, que va enfocado principalmente para aquellos que busquen algo fuera de lo común y cuyo sentido del humor, como el mío, sea un tanto peculiar.