Django

El otro día estuve pensando que, siendo el western uno de mis géneros favoritos, tengo poquísimas películas del oeste comentadas en el blog. Quizá una o dos, no me acuerdo, pero en cualquier caso debería tener más. 

El western es un género típicamente americano, pero siento especial predilección por el mítico spaguetti-western, en el que puedo encontrar algunas de mis películas favoritas en general, como El bueno, el feo y el malo o Salario para matar. 

Django, dirigida por Sergio Corbucci, es uno de los western más redondos que he visto, aunque técnicamente no pueda ni tan siquiera acercarse a obras maestras como Hasta que llegó su hora o Grupo Salvaje. Es una Serie B pura y dura, tremendamente entretenida y violenta, como es costumbre, pero aún así se apoya en un guión simple y efectivo, en una banda sonora potente compuesta por Luis Bacalov (vale, no es Morricone, pero la canción que suena en los créditos de inicio y finales mola mucho) , y en un personaje protagonista lo suficientemente carismático y cool como para haberse convertido en un antihéroe de culto, y que parece beber directamente del Clint Eastwood de Por un puñado de dólares. Un tipo parco en palabras, misterioso y letal. 

Corbucci es un director que no alcanza el nivel de maestría de Sergio Leone, pero es indudable que tiene un sentido de la espectacularidad épica considerable. No hay más que ver las secuencias finales de Django, Salario para matar o Navajo Joe. Es más, yo diría que después de Leone vendría Corbucci como el segundo mejor director de spaguetti-western. 

La ambientación de esta película resulta contradictoria respecto a los demás westerns, porque mientras la mayoría de películas de este género transcurren en paisajes áridos y polvorientos, el film de Corbucci se desarrolla en un lugar húmedo y fangoso. 

Tanto Quentin Tarantino como Robert Rodriguez debieron echarle el ojo a Django. Por parte de Tarantino, la famosa escena de la oreja en Reservoir Dogs recuerda poderosamente a una secuencia de Django en la que un pobre desgraciado es desorejado de igual modo. También es cierto que la próxima película de este director se titulará Django Unchained, lo que supone otra clara referencia. El director también tenía un pequeño papel en el remake japonés que dirigió Takashi Miike, titulado Sukiyaki Western Django. 

El Mariachi, de Robert Rodriguez, cuenta con más de una similitud respecto a la película de Corbucci, empezando por esa funda de guitarra llena de armas que recuerda al ataúd de Django, ese que contenía una enorme ametralladora. 

En 1987 se estrenó la secuela oficial de Django (digo oficial porque hasta ese momento se hicieron multitud de películas en las que aparecía este personaje, pero no eran oficiales), pero aún no he podido verla. De hecho, no sé cómo demonios verla, ya que se trata de una película casi totalmente desconocida. 

Eso sí, no sé hasta que punto es una secuela fiel al personaje, ya que por lo que puede verse en el póster, que muestra un cambio radical en el aspecto del protagonista, parece más una película de Mad Max o Rambo que un western, lo que hace que aún tenga más curiosidad por verla.