lunes, 16 de mayo de 2011

¡Jo, qué noche!

Martin Scorsese consigue agobiar al espectador con esta película en la que nos narra las andanzas de un tipo normal y corriente que sale una noche a tomarse una copa, pero la cosa no quedará ahí. La suerte no está de su lado, y lo que empieza siendo una simple noche de fiesta, se convierte en una pesadilla surrealista en la que el protagonista se irá metiendo en un lío detrás de otro, sin poder volver a casa, y topándose con personajes de lo más extraños, mentalmente inestables y que no se sabe por donde van a salir.



Recuerdo que la primera vez que vi ¡Jo, qué noche! estuve alucinando varios días. Me encantó de principio a fin, y mira que el título que se le puso en España quita las ganas de verla (el título original es After Hours, infinitamente mejor). Me quedé maravillado, en especial, con la estupenda ambientación de la película que te mete de lleno en esa pesadillesca noche a la que tiene que hacer frente nuestro protagonista. Esta lograda atmósfera, sin la magistral banda sonora de Howard Shore, no hubiese sido lo mismo.
Me sorprendió mucho cuando averigüé que el director era Martin Scorsese, ya que este no es el tipo de películas que hace, pero se nota su buen hacer a lo largo de todo el metraje. Luego me enteré que la película iba a ser dirigida en un principio por Tim Burton, pero al final no pudo ser. Me alegro.


Como he mencionado antes, lo que más me gusta de ¡Jo, qué noche! Es su inquietante ambientación. Una ciudad de Nueva York oscura, de calles desiertas, con locales recónditos en los que encontrar a la fauna underground de la ciudad.
Pero no todo es inquietante, ya que, ante todo, estamos ante una comedia. Una comedia muy extraña y ciertamente agobiante, pero una comedia a fin de cuentas.
La película está llena de escenas desternillantes, como la del taxi ultra rápido con música flamenca (y la cara de pirado del taxista tampoco tiene precio), o cuando el protagonista es confundido con un ladrón y es perseguido por una comunidad de vecinos a bordo de un camión de helados.


El guión es sencillamente soberbio y original, donde todo acaba encajando. Cada conversación que el protagonista mantiene, cada objeto que le dan… todo acaba teniendo relevancia en la historia.
Griffin Dunne, quien ya había sido visto en la fantástica Un hombre lobo americano en Londres, es quien protagoniza la película, dando vida a un tipo normal y corriente que, para una vez que sale de su rutinaria vida, se ve inmerso en un infierno urbano.
Lo secundan Linda Fiorentino, Rosanna Arquette, Cheech Marin y John Heard entre otros, incluyendo el cameo de Martin Scorsese.

7 comentarios:

  1. La segunda vez que veo un post de esta película cuando pensaba hacer uno. A mí esta película siempre me recuerda lo que es salir por el barrio Gótico de Barcelona de noche, también lleno de personajes surrealistas.

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  2. Hola Gonzo, hace mucho que la ví y apenas la recuerdo, me han entrado unas ganas irresistibles de verla otra vez. Gracias por recordarla.
    Besos.

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  3. Raül, el dia que pase por Barcelona tienes que enseñarme el barrio gótico, a ver si con suerte acabamos igual que en la peli jaja

    De nada Isabel. Me alegra que mis críticas sirvan para desempolvar algún que otro viejo clásico.

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  4. ¡Jo, qué buena!

    Siempre que alguien comenta esta peli escribo lo mismo: "Ríndete, Dorothy".

    Peliculón.

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  5. jaja si, el momento "ríndete Dorothy" es bastante... rarito.

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  6. Gran peli, si, y ademas en la última edición en DVD se incluían escenas inéditas!

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  7. ¡cierto! y un documental bastante interesante sobre la realización de la película

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