El protegido

Cuando se empezó a hablar de esta El protegido, algunas personas (me incluyo) pensaban que se trataba de una secuela de El sexto sentido, esa película de terror que tanto dio que hablar en su momento, pero nada más lejos de la realidad. El bueno de Shyamalan (un director cojonudo que últimamente ha caído en una espiral de mierdas impresionante) había tirado por caminos completamente opuestos e insospechados.

Sí, El protegido es una película de superhéroes, pero quizá sea la película de superhéroes más original y verosímil de la historia, incluso más que Kick Ass. 

La figura del superhéroe es tratada como nunca antes, siendo este un personaje normal y corriente. Un hombre con sus defectos y virtudes, como todos, pero con una característica que lo hace único (y que no voy a desvelar para no hacerle la puñeta al que no la haya visto). Olvidaos de los poderes adquiridos de forma rocambolesca o los traumas infantiles que llevan a un hombre a ponerse un disfraz hortera y salir ahí fuera a apalear criminales. 

Como ya sucedía en Señales, incluso el argumento más espectacular puede encontrar su cara minimalista. En Señales se trataba el tema de la invasión extraterrestre desde un punto de vista realmente particular e inquietante, muchísimo más que si se nos mete de lleno en el punto neurálgico de la acción, con los militares disparando y los platillos volantes escupiendo fuego. 

En El protegido se trata de igual manera todo lo relativo a la figura del superhéroe y el supervillano, donde lo realista y lo cercano cobran especial importancia. Es la única forma de que una película con semejante temática (nuevamente me remito a Señales) resulte cercana al espectador. 

Y ahora que lo pienso, ¿os habéis fijado en el punto en común que hay entre ambas películas? Algo cuya función es exactamente la misma en los dos films. Imagino que los más avispados os habréis percatado ya. 

Al contrario que muchas películas de superhéroes y justicieros, que acaban teniendo una precuela que cuenta el origen del protagonista, El protegido es una precuela de por sí, y esa es una de las razones por las que tanto me gusta. No sólo asistimos al nacimiento de un héroe que se descubre a sí mismo, sino también a lo que será su futura estética (lejos de las mayas ajustadas y las capas, claro está, pero muy simbólica) y su terrible archienemigo. 

Por lo visto, esta película iba a ser el inicio de toda una trilogía, pero el estrepitoso fracaso en taquilla mandó al carajo la posibilidad de rodar la segunda y tercera parte. 

¿Por qué fracasó en taquilla una película tan interesante? Imagino que porque la gente esperaba algo más del estilo de El sexto sentido. Querían sustos y querían un final sorpresa, y no hubo nada de eso (aunque el final de El protegido me dejó estupefacto). 

No obstante, parece que ya es casi oficial que se rodará una segunda parte, y yo la esperaré ansioso.