vacaciones bloggeras

Partiendo de que eso de "tomarse vacaciones" en el blog me parece una completa tontería, debo decir que esta semana no voy a poder escribir (llamadlo vacaciones, llamadlo imposibilidad, o llamadlo como queráis) por motivos religiosos: la puta Semana Santa, esa maldita tradición desfasada que debería haber desaparecido hace unos cuantos siglos. Una tradición que, como todo lo que tiene que ver con la religión, resulta un atraso social, y encima lo celebran alegremente, ¡olé!

Lo peor es que es una costumbre "porculera", con esas calles cortadas y llenas de gente hipnotizada con la estatua de turno. Esa gente que ocupa las calles de forma inamovible, no vaya a ser que les quiten la primera fila, y si vas con prisa y quieres pasar de largo porque el trono y la procesión en cuestión te suda n la polla, no te dejan pasar o te miran con mala cara ¡cuidado, un hereje maleducado que no quiere mirar el trono!. Y por supuesto, las horrorosas saetas y la musiquita a todo trapo que no veas si molesta, especialmente si vives cerca del centro.

Vamos a ver, si yo no soy creyente ¿por qué leches tengo que sufrir estas consecuencias? Yo, como ateo que soy, ni voy a la iglesia, ni rezo, ni voy detrás de un trono de Semana Santa, y obviamente no molesto a nadie. Los beatos semanasanteros y las cofradías SÍ incordian.

DATO EXTRA: ahora mismo hay un costalero hablando por televisión en Andalucía Directo. Dice que el trono de la Virgen saldrá si la Virgen quiere. Osea, que si se pone a llover (como parece que será) la Virgen no saldrá... ¡pero porque ella no quiere, ¿eh?, no porque llueva, que va.

No os hacéis una idea de lo mucho que odio esa actitud de "todo lo que ocurre, sea bueno o malo, es gracias a Dios, La virgen, el Espíritu Santo o su puta madre" ¡ogh!

Soy andaluz, y aunque muchos no-andaluces crean que aquí en el sur todos nos volvemos locos con el flamenco, los toros, el gitaneo y la semana santa, yo detesto todo eso. La Semana Santa, al igual que la navidad y todos los días de fiesta en general, me afecta especialmente, ya que trabajo en la hostelería, y creo que todos sabemos lo que significa eso: cuando los demás descansan, nosotros curramos como cabrones. Aunque también es verdad que cuando los demás vuelven de sus vacaciones, nosotros las empezamos jo, jo. 

Resumiendo; que tengo la semana de curro hasta los topes (y no me quejo, que conste. No está la cosa como para quejarse por tener trabajo) y no voy a tener tiempo de actualizar el blog, pero la semana que viene será otro cantar.

Un saludo!