miércoles, 25 de noviembre de 2015

The Green Inferno


Eli Roth tiene un problema, el mismo que Robert Rodríguez: no se toma en serio el oficio de hacer cine. Hace lo que quiere, y posiblemente esté encantado con su carrera cinematográfica, pero si cuidase un poco más sus productos y los dotase de un mínimo de seriedad ganaría enteros.
Se trata de un director que trabaja con historias de gran potencial, pero éste se ve lastrado al estar lleno de chuflas y momentos más propios de una comedia. Cabin Fever, la ópera prima de Eli Roth, trataba el tema de las pandemias y los virus asesinos, algo que hubiese dado para un filme aterrador y agobiante, pero queda en nada por culpa del tono jocoso del conjunto, donde por encima de todo prima el disparate.
Luego está Hostel, otra película que de haberse tomado en serio, con esa idea base de la que parte su trama, habría resultado un título perturbador como pocos. Sin embargo, en manos de Eli Roth no pasa de ser una broma con algún que otro momento angustioso e inquietante.
Que no se me malinterprete. Eli Roth me cae bien y lo respeto por ser tan honesto con su obra, pero da algo de rabia que un director con tanto potencial no sea tomado en serio por nadie porque, para empezar, ni él mismo se toma en serio. Veo sus películas y las disfruto y me divierten muchísimo, pero no puedo evitar pasarme todo el visionado pensando que el tono que Roth emplea no es el apropiado y que todo podría estar mucho mejor.

The Green Inferno, el cariñoso homenaje que Eli Roth rinde al viejo (y bestia) cine de caníbales, como Holocausto Caníbal, Comidos Vivos o Caníbal Feroz, vuelve a caer en los mismos errores de siempre, aunque en esta ocasión me los he visto venir. De nuevo se nos presenta una materia prima que hubiera dado para una película terrorífica y desquiciante, pero que por culpa de unos momentos cómicos, escatológicos o simplemente fuera de lugar, no acaba de cuajar. Y que conste en acta que me ha gustado y he pasado un buen rato viéndola, pero sigo opinando que las películas de Eli Roth podrían estar mucho mejor si éste pusiera algo más de cuidado en su realización. Está bien que no se tengan demasiadas pretensiones… ¡pero no tan pocas!

El argumento es ya de por sí un chiste: un grupo de activistas viaja al Amazonas para proteger a unos indígenas cuyo hogar, la jungla, está siendo arrasado. Cuando los activistas pretenden volver a casa sufren un accidente aéreo y terminan siendo las víctimas (y el almuerzo) de los mismos indígenas a los que pretendían ayudar.
Por supuesto que hay gore, sangre, muerte y unos efectos especiales bastante decentes, pero por culpa del tono mayormente chusco y paródico nada llega a impactar de verdad. Le ocurre igual que a Hostel: el conjunto es divertido y está salpicado de buenos momentos, pero la película pedía a gritos una realización más seria, cuidada y exenta de bromas.


No obstante, si tenemos claro lo que vamos a ver, conocemos cómo se las gasta Eli Roth y no ponemos el listón demasiado alto, podremos pasar un rato divertido. 

2 comentarios:

  1. El roth=hago lo que quiero con mi cámara y si no os gusta me la pela, en el fondo mola este tío.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Precisamente por eso me cae tan bien. Su cine podrá gustar o gustar menos, pero el tío es honesto y hace lo que le gusta. No se vende.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...