Lo mejor de El Renacido no es su guión, algo que ya se intuye por el trailer.
Seamos consecuentes, esto es en esencia una película de Charles Bronson realizada
con presupuesto y una calidad técnica que haría explotar la cabeza de
cualquiera con una mínima sensibilidad cinematográfica. Pero insisto en que
nadie debería ir a ver El Renacido
pensando que esta va a ser una historia llena de profundidad, giros
argumentales y personajes que evolucionan y cambian. No, la última película de
Iñárritu es un western de venganzas en el que el protagonista debe ir del punto
A al punto B sorteando los numerosos obstáculos del camino. Una historia en la
que al bueno le sobran motivos para querer vengarse y el malo es un hijo de
perra movido únicamente por el interés propio. Es un guión sencillo y directo,
y no necesita más en realidad. No todas las películas requieren complejidad,
aunque algunos así lo crean.
Creo que es importante recalcar
esto porque muchos están acusando al director de ser pretencioso, cosa que yo
no comparto. Iñárritu ha dirigido de forma maravillosa una película de trama
sencilla y sin complicaciones, de modo que, ¿esto le convierte en un
pretencioso? No, le convierte en un tío que dirige como Dios porque puede
hacerlo y porque puede permitirse colar ciertas cabriolas artísticas que otros
cineastas sólo alcanzan a imaginar. Eso le convierte en un director cojonudo,
no en un pretencioso… Y sí, puede que su ego esté algo subido, pero qué
demonios, echad un vistazo a su filmografía. Si vosotros hubieseis hecho esas
películas, ¿no tendríais también el ego por las nubes? Por supuesto que sí, y
yo el primero.
Pero como he dicho antes, el
plato fuerte de El Renacido no está
en su guión, sino en su realización técnica, donde destaca de forma
sobresaliente en todos los sentidos. Si esta misma película la hubiese
realizado otro equipo (y no hablo solo del director), habría resultado una
chorradita llena de cromas y posiblemente directa a DVD.
Y fijaos, voy a rizar más el
rizo. Creo que lo mejor de la película tampoco es su apartado técnico, por
mucho que el trabajo del cineasta Alejandro González Iñárritu y el director de
fotografía Emmanuel Lubezki sea una gozada, regalándonos algunas de las
imágenes más bellas, hipnóticas y brutales que ha dado el cine en los últimos
años; sin olvidar el también sobresaliente apartado interpretativo encabezado
por un enorme DiCaprio que se pasa toda la película hecho un asco y un
exquisitamente despreciable Tom Hardy que se pasa toda la película siendo un
cabrón al que quieres ver muerto.
Todo esto que estoy comentando es
extraordinario y convierte a El Renacido
en una de las mejores películas de la década, pero lo que de verdad me entusiasmó
fue su tono, el cual se nos deja claro desde el principio. Aquí no hay lugar
para chistes, bromas o artificio hollywoodiense, y tampoco se frivoliza la
violencia, sino que ésta se muestra de manera sucia y áspera. Cada golpe,
desgarro y corte duele, escuece y te lo crees pese a las licencias que se toman
y a la verosimilitud que en ocasiones se tambalea.
Buena prueba de ello es la
espectacular escena del oso, un largo plano secuencia terriblemente demoledor
porque no es ni más ni menos espectacular de lo que sería el ataque de un oso
en la realidad; es decir, nos lo muestran de la forma más verosímil posible,
sin añadir ni quitar nada: el ataque de un oso es ASÍ, sin más, y si hubiesen
tirado de fantasmadas y artificio el momento habría perdido buena parte de su
fuerza e impacto. Bueno, pues así toda la película, incluyendo la pelea final
entre el héroe y el villano, donde de nuevo se dinamita la épica y se opta por
algo realista, humano y, por lo tanto, sucio, crudo y nada estilizado. Un poco
en la misma línea de la salvaje pelea entre La Novia y Elle Driver en Kill Bill, y lejos de las coreografiadas y bonitas pero antinaturales
batallas de The Raid.
Empatizamos con el protagonista porque
no sólo apoyas la causa que lo mueve, sino porque además palpas su dolor y agonía.
Nada de esto es habitual en el cine comercial, por eso choca y cuando termina
la película te sientes como si hubieras recibido una paliza.
En definitiva, El Renacido es una película que de una
forma u otra no da tregua al espectador, y que compensa la sencillez de su
guión (un guión eficaz, insisto) con un despliegue técnico y visual para
volverse loco.
>BONUS TRACK<
Yo hablando de este mismo asunto en la televisión local de Antequera.
>BONUS TRACK<
Yo hablando de este mismo asunto en la televisión local de Antequera.
Esta bien todo lo que dices, pero es un remake de: Man in the Wilderness del año 1971 y tambien muy bien dirigida. Un abrazo. Gustavo.
ResponderEliminarAmbas películas se basan en el mismo hecho real y en el mismo libro, de modo que no puede decirse que sea un remake. Pero aunque lo fuera, no le quitaría ni un ápice de mérito al filme de Iñárritu.
EliminarUn saludo!
Que tal Dr. Gonzo!
ResponderEliminarMe ha parecido interesante y muy acertada tanto tu post como el comentario en la tele, desconocía que te prodigases en ese medio. En cuanto a la película te diré que cuando salí de la sala me dieron ganas de volver a pasar por taquilla y dejar propina, hacia tiempo que no disfrutaba tanto. La verdad que esa mención a Charles Bronson esta muy bien traída...jeje
Destacaría esa forma que ha tenido Iñarritu de mover la cámara, esos giros y esa planificación creo que logran que te metas en el meollo de la acción, el ataque inicial en el bosque con la posterior huida hacia el rió me pareció soberbia. Lo del oso...bufff!!! es que te tiemblan las rodillas, el momento previo, esos sonidos del bosque y luego cuando lo ves venir, acojonante!!!
La escena del rió con DiCarpio escondido tiene una tensión magnifica. Lo del salto con el caballo ni te cuento, y así podríamos seguir.
Lo dicho, una gozada.
¿Te importa que te llame Narciso o seguimos como hasta ahora?
Saludos y hasta la próxima!
Hola Fran!
EliminarPues sí, llevo ya, creo, casi dos años hablando cada semana de estrenos en la televisión local de mi ciudad.
Totalmente de acuerdo contigo. La película es una sucesión de escenas espectaculares (por un motivo u otro) imposibles de olvidar.
Llámame de la forma en que menos tengas que teclear :P
Un saludo Fran! Muchas gracias por pasarte :)