viernes, 11 de diciembre de 2015

Bone Tomahawk


Existe una ley no escrita entre los espectadores, según la cual el western es un género al que no se le puede añadir ningún elemento fantástico ni sobrenatural. Si se hace, la gente suele llevarse las manos a la cabeza y tildar a la película en cuestión de extravagancia. En otras palabras: el western debe estar siempre cortado por el mismo patrón y ceñirse a las reglas establecidas desde hace décadas.
No hace falta decir que discrepo con este planteamiento. De hecho, opino que el western, tanto por la época como el lugar en el se ambienta este género, es perfecto para introducir elementos terroríficos. Sin embargo es algo que no suele hacerse. Ahora mismo sólo se me vienen a la cabeza dos títulos que mezclaron el salvaje oeste con la ciencia ficción o el terror: Cowboys contra Aliens y Ravenous. Quizá haya alguno más por ahí, pero ahora mismo no lo recuerdo. Sea como sea, estoy seguro de que no abundan.

Bone Tomahawk no es exactamente una película con tintes paranormales, y de hecho no hay nada paranormal en ella. En muchos sentidos es una clásica película del oeste con indios y vaqueros, pero con la particularidad de que su tono es terrorífico. A veces el tono lo es todo. Ajustando este elemento debidamente, se podría conseguir que Solo en Casa fuese una película de terror.
La historia que nos cuenta Bone Tomahawk no se anda por las ramas ni busca la complejidad; la doctora del pueblo ha sido raptada por una tribu de indios caníbales y un grupo de valientes se ofrece para ir a rescatarla.


El reparto de lujo encabezado por Kurt Russell, Patrick Wilson, Mathew Fox y Richard Jenkins da empaque a una película a la que la falta de presupuesto la hace cojear un poco. Si esto hubiese sido un drama intimista o una comedia romántica no habría pasado nada, pero al tratarse un filme de época se nota mucho más la falta de presupuesto. Aunque  tampoco es un obstáculo que eche por tierra toda la película, ya que resulta igualmente disfrutable y conseguida en muchos sentidos, como por ejemplo en sus efectos especiales clásicos o en la efectividad de un guión con bastantes buenas ideas y momentos verdaderamente brutales y crudos.


En definitiva, Bone Tomahawk es una película humilde, atípica y áspera como el papel de lija en la que merece la pena invertir las más de dos horas que dura. 

3 comentarios:

  1. The Burrowers (comentada en mi blog), Ciudad fantasma, Jonah Hex, Inn of the Damned son algunas de las mezclas de western y género fantástico (ya sea terror u otros) que puedes encontrar. También hay algunas como Dust Devil (en mi blog) que tienen elementos de western y terror pero están ambientadas en la actualidad.

    Lo cierto es que, efectivamente, no hay muchas mezclas de este estilo. Probablemente porque la mayoría, como Jonah Hex, son bastante malas y solo unas pocas, como The Burrowers y Dust Devil, son realmente buenas.

    Bone Tomahawk no la he visto todavía, ya que hasta finales de año no sale en Blu, pero obviamente me interesa, aunque fuera solo por el reparto.

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    Respuestas
    1. Claro, hay algún titulillo por ahí, pero no es lo que más abunda.
      Sea como sea, la gente suele extrañarse cuando se topan con un híbrido entre western y fantástico.
      Tanto es así que hace unos años, contándole a un amigo una idea que tenía para un relato de western con monstruo, me miró con cara de "¿¿pero eso cómo se mastica??".
      Es como que puedes meter elementos fantásticos en cualquier época y lugar... ¡salvo en el salvaje oeste! Ahí sólo tienen cabida vaqueros, indios y caballos.

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  2. Y si a eso le sumas que la película está bastante bien...

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