Se me hace extraño no haber escrito antes sobre The Raid, una de las mejores películas de acción que se han podido ver en los últimos años, así que ya que estamos, aprovecho para hablar de su secuela, The Raid 2. Porque, amigos, hablar de la secuela es como hablar de la primera, ya que aquí todo es prácticamente igual, pero multiplicado por diez.
The Raid molaba un huevo y parte del otro, y no por el guión, que era más simple que el mecanismo de un botijo, sino por sus espectaculares escenas de acción, que conseguían algo a lo que no estamos acostumbrados: ver claramente lo que ocurre en pantalla. Hay de todo en The Raid; tiros, puñaladas, golpes... y lo mejor de todo: un director competente que sabe manejar la cámara a la perfección y convertir las escenas de ostias en algo hipnótico y precioso.
Porque el cine de acción de Hollywood da por hecho que cuanto más se mueva la cámara, más frenéticas, impactantes y realistas van a ser las secuencias de acción, pero hay algo que no les entra en la cabeza: aunque ruedes una película con la cámara al hombro, tienes que saber usarla y no tocarle los huevos al público, ya que si agitas la cámara como un PUTO MONO, lo único que lograrás será que no se vea una mierda. Claro que esta forma de rodar es muy práctica para esos directores faltos de talento, ya que, moviendo la cámara a toda pastilla y metiendo cuarenta cortes de plano por minuto, se disimula bastante bien lo mal director que eres, a costa, claro está, de que las escenas que ruedes se vean como el culo. Y esto es así.
Y luego va y llega un tal Gareth Evans con una película titulada The Raid, la cual debería haberse llamado Hollywood, ASÍ se rueda cine de acción, que parecía querer hacer justo lo contrario que hace el cine de acción americano, es decir, mostrar unas secuencias de acción limpias, en la que vemos claramente dónde impacta cada bala y cada puñetazo, y dejar la corrección política a un lado, olvidándose de escatimar en sangre y gore.
¿El resultado? Una película indonesa de acción que se mea en, me atrevería a decir, todas las películas americanas de acción de los últimos años.
Pero el plato fuerte llega con The Raid 2, que coge todo lo que vimos en la original y le añade más sangre, más acción, más duración (dos horas y media), más talento, más... de todo.
Lo único que se le podía reprochar a la primera entrega era, quizá, un guión excesivamente tonto y simple, que parecía estar ahí sólo para justificar una infinidad de escenas de acción, y aún así la película es sobresaliente. Pero The Raid 2, como ya he dicho, va más allá, y nos propone un épico thriller mafioso con una historia que, si bien no es El Padrino, resulta infinitamente más compleja que la de la original. Todo es más complejo, en realidad.
Si ponéis la estupenda Only God Forgives al lado de The Raid 2, comprobaréis que, obviamente, no tienen nada que ver, pero estética y visualmente sí que resultan parecidas, así como a nivel de perfección técnica. Sinceramente, no es habitual encontrar películas de acción descerebradas con un despliegue técnico y un trabajo de dirección tan impresionantes como los de esta película. Es como si cogéis un típico filme de acción y tiros, de ésos en los que sus creadores no suelen poner demasiado empeño ni ganas, y lo hacéis técnicamente impecable y bello. Es desconcertante, como si Los Vengadores se hubiese hecho con dos duros y sin interés, ¡pero al contrario! Una película de las que se suelen hacer así, con dos duros y con el piloto automático, pero cambiando la mediocridad por la elegancia y perfección de, por ejemplo, Nicolas Winding Refn.
Creo que estoy siendo redundante de cojones, ¿no?
Aunque el director se ha esforzado para que en esta ocasión haya una historia más elaborada (y unos personajes más carismáticos que parecen sacados de un cómic, como el tipo del bate de béisbol o la chica del martillo), el punto más llamativo siguen siendo las escenas de acción, que ya no es sólo que estén perfectamente rodadas, sino que además resultan salvajes como pocas veces se ha visto. El tío no
se corta a la hora de meter cualquier barbaridad de forma explícita, y a mí que me encanta. A fin de cuentas, la peli va de gente cabreada con armas de todo tipo a su alcance, por lo que no es de extrañar que cada dos por tres hagan acto de presencia los desmembramientos, los agujeros de bala y los chorros de sangre.
Y maldita sea, es complicado hablar de esta película sin centrarse casi únicamente en las escenas de acción, aunque en conjunto sea más que sobresaliente.
Lo único que me gustaría es que Hollywood tomase nota, porque cuando veáis esta película, el resto de cintas de acción made in USA os va a parecer un churro.
Pues la primera la pille con muchas ganas y me decepcionó: no encontré nada que la diferenciara de Hollywood más allá de la sangre, con una historia bastante tonta además. Así que creo que no repetiré con esta. Y menos si la comparas con el sinvergüenza de Refn
ResponderEliminarRefn es los que amas u odias, está claro jaja Yo le amo.
EliminarEn cuanto a The Raid, a mí sí que me parece muy diferente a lo que se hace Hollywood, sobre todo en lo referente a libertad creativa y calidad técnica.
El guión es un churro, pero bueno, no es algo que me moleste en este tipo de cine.
Dos pedazos de peliculones!!tanto una como otra,mas compleja la 2 pero la 1 fue una trompada al menton.En cuanto a hollywood ya perdio la batalla hace rato con los asiaticos.Cuento las horas esperando la 3ra y ultima parte!saludos
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. A ver si en la tercera suben aún más el listón y REVIENTA todo.
ResponderEliminarSaludos!