Cuando vi por primera vez el trailer de Dom Hemingway pensé automáticamente esto se parece un montón a Filth (de la que ya hablé en su momento aquí), y de hecho no tardé en darme cuenta, a tenor de los comentarios en youtube, que no era el único que lo pensaba. Si en vez de Dom Hemingway se hubiese titulado Filth 2: el regreso del tío Dom, no habría desentonado ni lo más mínimo.
Pero ahora que la he visto puedo decir que estaba equivocado y... No, es coña. Estaba en lo cierto, y aunque el argumento tiene poco o nada que ver con Filth, el protagonista es un bribón vicioso y cabrón de la misma calaña que Bruce Robertson, y hasta físicamente se parecen bastante. También es cierto que el tono de comedia gamberra y políticamente incorrecta salpicada de toques dramáticos está presente en las dos películas.
Pero la cuestión es, ¿son estas similitudes fruto de la coincidencia o se ha intentado plagiar? Francamente, teniendo en cuenta que Filth no ha sido ningún éxito y sólo la conocen cuatro gatos, no creo que el guionista de Dom Hemingway se fijase en ella, o quizá sí, tampoco entiendo cómo funcionan estas cosas.
Otro punto en común es que en ambos casos, se nos deja claro que aunque los protagonistas son escoria humana, tienen un corazoncito, sentimientos y, si se da el caso, hasta lloran. Lo cual es un acierto, ya que sería muy cutre mostrarnos a un personaje que sea un torbellino de mala leche sin más, sin ningún matiz que nos haga ver que realmente humano, no una caricatura.
La película, llena de momentos cachondísimos y locos como el monólogo inicial o el accidente de tráfico, nos cuenta las aventuras y desventuras de un ladrón profesional que acaba de ser puesto en libertad tras 12 largos años de encarcelamiento. En cuanto pone un pie en la calle, lo primero que pretende hacer es recuperar el tiempo perdido (follar y emborracharse, para resumir), buscar la parte
del botín que le corresponde y recuperar a su hija, que no quiere verlo ni en pintura. Como no podía ser de otra forma, no lo va a tener fácil, ya que el pobre hombre es, además de un cabronazo con unos ataques de ira de aúpa, un perdedor nato con bastante mala suerte.
Jude Law me ha sorprendido muy gratamente interpretando un papel que, creo recordar, dista mucho de todo lo que ha hecho este actor, además de estar casi irreconocible pese a que la caracterización es muy discreta.
Y por lo demás es una de esas película que se pasan en un abrir y cerrar de ojos, y no sólo porque la duración no llegue a los 90 minutos, sino porque no da un respiro al espectador, tiene ritmo a raudales y, en definitiva, no aburre en ningún momento.
Si os gusta el humor políticamente incorrecto y los personajes carismáticos a rabiar, Dom Hemingway es vuestra película.
Bueno, hace poco fui al pase de prensa de esta peli y ya tengo escrita la crítica, así que me he leído ahora tu artículo para evitar "contaminarme". Yo la verdad es que no le he visto parecidos con Filth, tanto como con otra infinidad de dramas criminales protagonizados por criminales y bajos fondos. Es decir, los elementos comunes entre Filth y Dom son los mismos que tienen con cientos de películas protagonizadas por simpáticos bastardos. La película en sí me hizo gracia en algunos momentos, como cuando Dom descubre que su amigo del alma ahora es manco, pero al final es bastante poca cosa. Para pasar el rato y ya está.
ResponderEliminarClaro, lo que ocurre es que Dom Hemingway y Filth se han hecho en un espacio de tiempo similar, de ahí que chirríe más el parecido. Además, ambos personajes me recuerdan físicamente.
ResponderEliminarSobre Dom, pues me encantó. Lo único que me decepcionó un poco fue el final, ya que viendo cómo se las gasta el tío, esperaba que a la rumana ésa le partiese la boca de un puñetazo o yo qué sé.
Pero Filth me gustó mucho más. ¿Qué te pareció, por cierto?
Está bien como parodia de Teniente corrupto. Pero, no sé, a lo mejor es que no me gusta el estilo de Irvine Welsh, porque es una peli que como Trainspotting me la habían recomendado mucho pero al final me dejó un poco frío.
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